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Diario de Mallorca
Ver galería >Un mal árbitro, una cantada de Reina y el VAR han jugado este mediodía en contra del Mallorca en el último partido del año. El equipo rojillo ha perdido 0-2 ante el Sevilla en acciones decisivas de las que siempre ha salido perjudicado. Una derrota, al fin y al cabo, que deja al Mallorca en manos del Celta para no acabar este glorioso 2019 en plazas de descenso. Pero esta es otra historia.
Manu Mielniezuk
Un mal árbitro, una cantada de Reina y el VAR han jugado este mediodía en contra del Mallorca en el último partido del año. El equipo rojillo ha perdido 0-2 ante el Sevilla en acciones decisivas de las que siempre ha salido perjudicado. Una derrota, al fin y al cabo, que deja al Mallorca en manos del Celta para no acabar este glorioso 2019 en plazas de descenso. Pero esta es otra historia.
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Un mal árbitro, una cantada de Reina y el VAR han jugado este mediodía en contra del Mallorca en el último partido del año. El equipo rojillo ha perdido 0-2 ante el Sevilla en acciones decisivas de las que siempre ha salido perjudicado. Una derrota, al fin y al cabo, que deja al Mallorca en manos del Celta para no acabar este glorioso 2019 en plazas de descenso. Pero esta es otra historia.
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