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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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Guillem Bosch
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Guillem Bosch
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Guillem Bosch
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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
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Guillem Bosch
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Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
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Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
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Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
Guillem Bosch
Hace seis años todo era distinto. En 2017 Francina Armengol llevaba apenas dos años al frente del Consolat de Mar y comenzaba el curso dando su apoyo a Patxi López en las famosas primarias del PSOE frente a Pedro Sánchez y Susana Díaz. El actual presidente del Gobierno, anteriormente defenestrado, había resurgido de sus cenizas y se encaminaba a la cima a bordo de un Peugeot. Armengol recordó el camino del héroe y cambió de rumbo para dar su apoyo a Sánchez. La relación no era buena, pero ambos se necesitaban. Seis años después era el líder del PSOE quien llegaba a Palma en plena campaña electoral -por la mañana estaba en la sesión de control del Congreso- para apoyar a Armengol en su cometido: conseguir la tercera legislatura consecutiva. El pabellón municipal de Son Ferragut de Palma le recibió bajo la consigna de "presidente, presidente", que fue correspondida por el dirigente socialista: "Quedan escasos días para que vayamos a las urnas. Lo único que pido es que voto a voto, calle a calle, barrio a barrio y ciudad a ciudad hagamos a Francina Armengol de nuevo presidenta del Govern".
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