A nadie se le escapa que el turismo es la industria más importante del país; por otro lado, es un hecho que la tecnología inunda nuestras vidas, tanto en el ámbito personal como el profesional. Los datos asociados al uso de esa tecnología crecen sin mesura, en forma de enormes lagos de información.

Todo parece indicar que el término ‘Data Lake’ tiene su origen en una entrada de octubre de 2010 del blog de James Dixon, CTO de la empresa Pentaho (una herramienta open source de Business Intelligence para la gestión y toma de decisiones empresariales), donde expuso su visión de cómo deberían almacenarse los datos en las organizaciones, sin preprocesar y sin necesidad de un tratamiento previo.

La analogía del lago surge de la comparación de un lago con el agua embotellada; esta última lista para su consumo, mientras que la que se encuentra almacenada en el lago no lleva tratamiento alguno y se corresponde con los datos en crudo. Lo habitual es que las estrategias de Big Data en las organizaciones comiencen por la creación del ‘Data Lake’. En la industria turística, fuertemente intermediada, la posesión de los datos es uno de los bienes más preciados (o debería serlo).

Muchos de los sistemas de información que participan en la gestión y venta de un producto turístico se encuentran desconectados y no existe una vinculación clara entre los elementos clave de dichos sistemas que posibilite la creación de un almacén de datos (Data Warehouse) universal sobre el que establecer la inteligencia del negocio. Es por ello, que un ‘Data Lake’ permite almacenar los datos de todos los sistemas sin procesamiento previo y a nadie se les escapa la importancia que tiene conocer los hábitos de consumo de nuestros clientes, máxime en una industria como la del turismo en nuestro país con altísimo porcentaje de repetición.

Eso sí, los datos, seguros

Los datos de los clientes son vitales para la salud de la industria y, de igual modo, es vital garantizar su seguridad. El delito informático más frecuente en la industria turística es el robo de información, en especial, los datos financieros.

La seguridad de la información que manejamos debe tenerse muy en cuenta y para ello es necesario un enfoque proactivo de ciberseguridad, con especial atención en la detección y velocidad de respuesta, integrando los test de vulnerabilidades como un servicio continuo y no como un servicio a contratar cuando ha ocurrido el problema. Y lo que es más importante, es vital poner foco en el eslabón más débil: el empleado y el cliente. ¡Que no te roben los datos!

Estos y otros temas de candente actualidad serán debatidos en la tercera edición del TravelIT, encuentro sobre Tecnologías de la Información que tendrá lugar en Palma el próximo 26 de octubre, de la mano de Informática El Corte Inglés.