El líder de Més, Miquel Ensenyat afrontó ayer la primera asamblea de la formación ecosoberanista después de las elecciones del domingo en que la formación perdió un tercio de sus votantes y dos de sus seis diputados, así como 22 concejales en toda la isla.

La asamblea debía servir para compartir las conclusiones de los primeros análisis de los resultados con sus bases y explicarles cómo se afrontarán las negociaciones con socialistas y podemitas a partir de la próxima semana. No se tomó ninguna decisión concreta.

Más autocrítica

En la asamblea, que se prolongó durante más de tres horas y en la que los coordinadores Bel Busquets y Guillem Balboa fueron los encargados de hacer balance de los resultados, las bases que intervinieron coincidieron en insistir en la necesidad de autocrítica y atribuyeron los resultados, además de a factores externos, a políticas de los últimos cuatro años. Con todo, lejos de las tensiones de otros momentos de la legislatura, el partido cerró filas de cara a afrontar las negociaciones del nuevo pacto. Según fuentes del partido, no hubo críticas personalizadas ni se cuestionó a Miquel Ensenyat, algo que se esperaba en la filas del partido.

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