¿Cuándo y por qué se decantó por seguir estudios tecnológicos?

A mí me empujó mi vocación… práctica. Yo quería cambiar el mundo, ser parte de los que iban a diseñar el futuro… y en los 90 esto pasaba indudablemente por la tecnología. Mucho me temo que en la actualidad sigue siendo así, y por lo tanto la tecnología continúa siendo un aliciente para los que quieren diseñar un mundo más productivo, y ahora además más sostenible e inclusivo.

¿Encontró reticencias o más bien se sintió apoyada en su decisión?

Estudié Ingeniería Superior de Telecomunicación en el entonces Centro Politécnico Superior de Zaragoza, y fue una decisión autónoma, supongo reforzada por el hecho de que mi padre fuera Perito Industrial y que le viera día sí día no con los planos en una mano y el casco de ir por las obras en la parte trasera del coche. Mi padre, para mí, era un tipo importante. Supongo que fue mi inspiración. Recuerdo que elegí tres carreras tecnológicas y eché la solicitud sin preguntar a nadie… Fíjate que ni me acuerdo de la segunda o la tercera opción. Salió la primera porque tenía nota, tuve suerte, y lo cierto es que esta elección me ha ayudado a ser lo que soy, y hasta hoy, no me he arrepentido.

¿Cuál era la presencia femenina en las aulas a su paso por la Universidad? ¿Sintió que le faltaban referentes?

Cuando llegué al CPS, el número de mujeres en Industriales era de 4 o 5 sobre 100. Sin embargo, en la primera promoción de Teleco éramos un 40% de mujeres. Este año en Septiembre celebramos los 25 años. Y os aseguro que había más mujeres que en muchas reuniones empresariales en las que participo. Así que no puedo decir que sufriera una falta de presencia femenina. A principios de los 90 no había redes sociales, e internet seguía restringido a usos empresariales y académicos. Los referentes se circunscribían a familiares, profesores, compañeros de clase o primos que estaban trabajando en Alemania. Sin olvidarnos de los cantantes que salían en el Superpop. Y sí, en mi caso había mujeres (en todas las dimensiones).

¿Ha detectado un cambio de tendencia en cuanto a la presencia de la mujer en el ámbito tecnológico?

La presencia femenina sigue siendo exigua; de un 54% del total de estudiantes universitarios, cae a un 20% en carreras IT incluyendo masters de postgrado especializados. Esto se traslada al mundo empresarial. Si un equipo diverso es un equipo más productivo porque incorpora más capacidades y soft skills, más estable, - la diversidad rompe la monotonía y genera estímulos – y más innovador porque perfiles diferentes y diseñan nuevas formas de hacer las cosas y todo ello hace que sea más rentable…. ¿No sería lógico pensar que las empresas deben hacer mucho más por incorporar a mujeres IT a sus equipos?

¿Qué cree que podría hacerse para captar o despertar el talento femenino en este campo?

Por una parte, mejorar la orientación de la formación. La formación universitaria técnica no es especialmente atractiva para mujeres. Las mujeres estamos enfocadas al para qué y no al qué, y en esto la colaboración con la empresa y los programas duales son clave con el fin de entender las aplicaciones de la tecnología. Por otra parte, visibilizar los logros de las mujeres. Todas en algún momento somos referentes. Lo que pasa es que nos da vergüenza contarlo. Y sin embargo es necesario para inspirar a las que vienen, o a las que ya están y no se han descubierto.

El 70% de los puestos tendrán una gran contribución tecnológica en 2030. Actualmente 7 de cada 10 empresas tienen dificultades para encontrar los perfiles IT que necesitan; por darte una cifra, este año se generarán más de 240.000 puestos de trabajo en el sector. Es una cuestión de número, no de género. En España no nos podemos permitir dejar fuera al 51% de nuestra sociedad. Hay que fomentar el interés de la mujer en el sector TIC.

Tras finalizar sus estudios, ¿Qué supuso ser mujer con formación tecnológica en el momento de entrar en el mercado laboral?

Una ventaja. Fue muy sencillo; en mi caso resultado de una feria de empleo donde dejé mi currículum en HP y Andersen Consulting. Me llamaron de ambas. Pero me atrajo más la empresa más consultiva, como os digo, las mujeres somos prácticas y yo quería entender el mundo que me rodeaba, con la visión de la tecnología, sí, pero no focalizarme sólo en la tecnología.

Usted también desempeña un cargo de responsabilidad en su empresa, ¿Cómo ha sido ese proceso?

Natural. En Fujitsu contratamos talento, no género. En mi caso, me incorporé hace más de 8 años para cubrir una posición y me dejaron reinventarla. Siempre hemos abogado por la diversidad y la inclusión. Contamos con nuestro Plan de Igualdad centrado en eliminar la brecha salarial para igual experiencia y conocimiento. Y hemos lanzado la iniciativa de Empowering Woman que permite visibilizar referentes y acompañar el talento femenino. Fomentamos la flexibilidad y trabajamos en el cambio cultural para eliminar los sesgos. Nos ponemos objetivos alcanzables como número de mujeres en la empresa y en los puestos directivos, rejuvenecimiento de la plantilla, etc. para impulsar siempre la diversidad en los equipos. De todo tipo.