­Nadie duda de que el dinero llama al dinero y en el caso de Amancio Ortega esta máxima se cumple a rajatabla. Ni la cruenta crisis económica de los últimos cuatro años ha afectado de forma negativa a la multimillonaria fortuna del fundador de Inditex. Todo lo contrario. Cuando arrancó la actual recesión, en 2008, su patrimonio ascendía a 13.900 millones de euros (un año antes tenía 500 más). Ayer Bloomberg lo cifró en 38.000 millones.

La mayor parte de su fortuna le llega por el 59,24% que posee en Inditex. Si Amancio Ortega vendiese todos los títulos que tiene de la compañía se embolsaría más de 25.000 millones. A mediados de 2008 las acciones no alcanzaban los 32 euros por acción.

El resto de su vasto patrimonio hasta los 28.300 millones -esta cifra es del último trimestre de 2011 por lo que su fortuna ha aumentado gracias a la buena marcha de Inditex en Bolsa- se debe a sus inversiones, sobre todo, en el sector inmobiliario. Todas las adquisiciones las realiza a través de su sociedad Pontegadea.

Dos son los activos inmobiliarios que están engrosando su cartera desde que comenzó la crisis. Por una parte, inmuebles comerciales y de oficinas que tengan contratos de alquiler a largo plazo y que estén situados en las mejores zonas de las principales ciudades del mundo. Por otra, los inmuebles de las entidades financieras españolas que con los problemas que tienen necesitan liquidez. Ambos tipos de activos, debido a la situación de estancamiento económico y la necesidad de desprenderse de ellos por parte de los vendedores, son adquiridos con jugosos descuentos. En todos ellos se queda como casero.

A las entidades financieras españolas les ha inyectado más de 800 millones desde 2007. Ese año adquirió una decena de edificios históricos al Banco Santander por 500 millones. Eran las sedes del banco en Madrid (Castellana 24), Barcelona (paseo de Gracia 5), Bilbao (plaza Jado 1) o Sevilla (avenida de la Constitución). La estrategia de adquirir oficinas bancarias continuó en diciembre de 2010 cuando se hizo con cinco sucursales del Banco Sabadell situadas en grandes ciudades españolas. Pagó 55 millones.

Las operaciones las realizó bajo la fórmula de sale&leasebank. Las entidades financieras se quedan como inquilinas por un periodo de entre 25 y 40 años y a cambio Amancio Ortega recibe unas cuantiosas rentas todos los meses.

Ortega no ha cesado de engordar su cartera inmobiliaria con grandes operaciones inversoras.

La más sonada ha sido la última: la compra de la Torre Picasso de Madrid a finales del pasado año por 400 millones de euros, la mitad de lo que costaba en 2007. También a mediados de 2011 adquirió un inmueble de 4.000 metros cuadrados en Oxford Street, uno de los ejes comerciales más importantes de Londres. El precio, 250 millones.

A esta adquisición hay que sumar, entre otras, las que hizo en 2008 en Estados Unidos: el hotel de lujo Epic en Miami (100 millones de euros); la sede de Bacardí en Miami (84 millones); el centro comercial y de negocios en la Milla de Oro de Chicago (240 millones); la sede del Banco de Atlanta en Washington (49 millones).

Con estas cifras no hay duda de que la crisis ha fortalecido a Amancio Ortega.