La Comisión Europea ha admitido hoy que la situación de las cuentas públicas de Irlanda es "grave" y que existe "preocupación" entre los Estados miembros sobre la estabilidad de la eurozona en su conjunto pero ha reiterado que ni el Gobierno de Dublín ni Portugal, que también está siendo atacado por los mercados, han pedido asistencia financiera del fondo de rescate de 750.000 millones de euros.

"Las autoridades irlandesas no han hecho ninguna petición de asistencia financiera. La deuda pública irlandesa está plenamente financiada hasta verano de 2011. No hay necesidad inminente en esa área", ha resaltado el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj. "Para Portugal lo mismo, no hay ninguna petición", ha insistido al ser preguntado por la posibilidad de un rescate conjunto de ambos países.

"Está claro que hay tensiones en los mercados. Está claro que la situación de las cuentas públicas irlandesas es grave", ha afirmado el portavoz, que ha reconocido además que "que hay preocupaciones en la eurozona sobre la estabilidad financiera de la eurozona en su conjunto" y que el Ejecutivo comunitario se mantiene en "estrecho contacto" con las autoridades irlandesas.

"Pero decir que hay fuertes presiones para obligar a Irlanda a aceptar una ayuda de este tipo creo que es una exageración", ha insistido el portavoz. La Comisión, ha proseguido, confía en la "determinación" del Gobierno de Dublín para aplicar nuevas medidas de austeridad que le permitan alcanzar el objetivo de reducir el déficit por debajo del 3% del PIB en 2014.

Al ser preguntado por las medidas que debe tomar España para evitar un contagio de la crisis irlandesa, el portavoz ha asegurado que el Gobierno "está haciendo frente a la situación con seriedad" porque "ha adoptado las medidas adicionales de consolidación fiscal necesarias para 2010" y reformas estructurales para corregir sus desequilibrios, entre las que ha destacado la reforma laboral.