Fútbol. Mundial femenino

Cata Coll asume galones en la selección

«Lo que llama la atención de ella es su personalidad», afirma el seleccionador español Jorge Vilda sobre la portera mallorquina

Cata Coll, en el calentamiento previo al partido de octavos ante Suiza

Cata Coll, en el calentamiento previo al partido de octavos ante Suiza / @SEFutbolFem

Manuel Fernández

Manuel Fernández

«Lo que llama la atención de ella es su personalidad, nunca se va a arrugar y es difícil que le pasen por encima». Las palabras de Jorge Vilda, seleccionador español, sobre la mallorquina Cata Coll explican su decisión de darle galones y el mando en la portería en pleno Mundial. Debutó ante Suiza (5-1), en los octavos de final, y luego en cuartos ante Países Bajos (2-1) volvió a mostrar una seguridad impensable en una jugadora de 22 años. 

La guardameta del Barça, que llegó como tercera portera a Australia tras la renuncia de las ‘15’ que estaban en desacuerdo con el seleccionador, se ha ganado la titularidad en los entrenamientos y con su sobriedad bajo palos.

La derrota ante Japón, por 4-0, en el último partido de la primera fase fue un punto de inflexión en España. Jorge Vilda revolucionó su once –entre las damnificadas dejó en el banquillo a la felanitxera Mariona Caldentey– y sorprendió sobre todo con la titularidad en la portería de Cata Coll.

La mallorquina asumió el reto con la tranquilidad que la caracteriza y no se arrugó tras encajar el 0-1 ante Suiza, en una mala cesión de Laia Codina. Al contrario, ni se inmutó las siguientes veces que recibió el balón de sus defensas, pese al murmullo que se percibía desde la grada.

Como si llevara toda su vida siendo internacional con la selección, ofreció toda una clase de manejo del balón con los pies y tomando las decisiones correctas en cada acción en la que tuvo que intervenir. Y siempre transmitiendo tranquilidad y seguridad.

Sobria en los balones aéreos, Cata Coll ofreció ante Suiza y Países Bajos su repertorio con el pie y su tranquilidad

Podría haber sido fruto de la remontada de España a Suiza, pero en cuartos de final ante Países Bajos volvió a mostrar esa serenidad y confianza que la llevaron a ser una de las capitanas de la sub-17 que ganó el Mundial y el Europeo de su categoría. Sobria en los balones aéreos, ofreció de nuevo su repertorio con los pies, apurando incluso en algunas ocasiones en la salida del balón. Una frialdad con la pelota en los pies que también tuvo en los momentos en los que había que ganar tiempo y ralentizar el partido cuando las neerlandesas apretaron.

Cata Coll mostró que ha asumido galones y que no le pesa tener el mando en su área. Con la naturalidad que la caracteriza.

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