Ni le pilla de sorpresa, ni le pilla desprevenido, ni le pilla con falta de medios, ni siquiera le pillará, lo sabrá controlar, como casi todo en su larga y exitosa vida deportiva, tanto como piloto de las pequeñas categorías, como uno de los iconos del motociclismo español, como, por supuesto, propietario de una de las mejores escuderías del Mundial de motociclismo. Es más, Jorge Martínez ‘Aspar’ cumplirá, la semana que viene, 60 años, así que nada le es nuevo, ni sorprendente.
Y ya antes de empezar el Mundial-2022 sabía «por descontado, por supuesto, porque así montamos el equipo» que tenía entre sus manos a dos de los cinco o seis candidatos al título mundial de Moto3, uno de sus preferidos, uno de los que le recuerdan las categorías en las que él siempre fue el emperador. «Era evidente que con Sergio García Dols e Izan Guevara, más el excelente material que nos ofrece GASGAS, teníamos muchas posibilidades de acceder a los primeros puestos en cada carrera y, sí, claro, pelear por el título. Pero, precisamente, estamos en un deporte donde hay muchos imprevistos y, por suerte, acierto y el gran papel de los chicos, todo está saliendo a pedir de boca».
Aspar está sereno. Va camino de Assen, la ‘catedral’ de los Países Bajos, otro de los circuitos que le recuerdan sus tiempos de gloria. Y llegará allí con García Dols, de 19 años, seis podios y tres victorias (Argentina, Portugal e Italia) como líder de Moto3, con solo 7 puntos de ventaja sobre el mallorquín Izan Guevara, que un día de estos ¡ya! cumplirá los 18 años. Guevara llega como brillante segundo del campeonato tras seis ‘cajones’ (los últimos cinco enlazados consecutivamente) y también tres triunfos: Jerez, Barcelona y Alemania.
Aspar no elogia a García Dols y Guevara porque sean sus pilotos, los elogia, como hace todo el ‘paddock’, porque, junto al italiano Dennis Foggia (Honda), el tercer gran candidato al título, están protagonizando una campaña espectacular. «Imagino que todos los jefes de equipo de este Mundial quisieran tener el bonito problema que tengo yo: sus dos pilotos peleando por el título hasta la última carrera. O eso esperamos todos».
Ni que decir tiene que Aspar, que atesora en su equipo 14 títulos mundiales y ya 140 victorias, lo único que quiera, persigue y promueve en el seno de su ‘team’ «es que exista compañerismo, buen rollo, dentro del grupo, lo que no significa falta de competitividad y competencia, incluso entre los técnicos y mecánicos de cada uno de mis chicos». Eso sí, quiere que «los pilotos se respeten como lo están haciendo desde que se juntaron, sabiendo, cómo no, que, lamentablemente, solo puede ganar uno. Tienen libertad para decidir sobre su puesta a punto, neumáticos a montar en carrera y estrategia a emplear aunque, evidentemente, siempre nos consultan a mí, a Gino (Borsoi, director deportivo de la escudería) y a sus ingenieros».
Aspar lo tiene clarísimo: «Mi actitud, esa libertad, va a seguir, como poco, hasta que falten dos o tres carreras, entonces miraremos la clasificación, hablaremos todos juntos y decidiremos». Ni García Dols ni Guevara quieren hablar, de momento, de esas cosas y hacen bien, pues ambos coinciden de que, «no solo quedan aún muchas carrera», sino de que «nuestro trabajo es entrenar bien y correr mejor». Es evidente que el eslogan que siempre, ese de «que gane el mejor», extendido por todo el deporte mundial, es el que debe imperar, pero estamos en la categoría donde pueden ganar 12 y donde, durante 25 vueltas, los roces, los toques, los ataques y las defensas, a veces, ni siquiera muy legales, se producen dos o tres veces por vuelta. Eso, de producirse, podría poner en peligro el título para el ‘team’ GASGAS Aspar.
«Acabar tercero en el peor fin de semana del año, con mucha, mucha, diferencia, es algo que me debe de tener contento y satisfecho», señala García Dols, tras terminar por detrás de su compañero Guevara y un resucitado Foggia. «Cuando decimos ‘he salvado los muebles’ nos referimos a fines de semana como este de Sachsenring. Ahora vamos hacia Assen y espero que sea otra cosa, espero volver a tener opciones de ganar, que el Mundial, como ya sospechaba desde el inicio, se ha puesto difícil».
«Yo sigo con los pies en el suelo», indica Guevara. «Sé que la gente dice que mis finales de temporadas han sido muy buenos en las categorías de promoción en las que he participado y, sí, ha sido así, pero esto es el campeonato del mundo, peor aún, esto es Moto3, aquí te despistas en una vuelta y pasar por meta el 16º, te despistas en una carrera y acabas fuera de los puntos (15 primeros), así que hay que seguir muy concentrado y, ¡claro que sí!, con la ilusión de poder pelear, al final, por el título».
