Toda la parafernalia orquestada hace escasos días, con huelga arbitral incluida, en señal de protesta por las agresiones que sufren los jueces en el fútbol balear, se ha ido al garete a las primeras de cambio. Primero, y lo más grave, en el partido de cadetes entre el Ferreríes y el Sant Lluís. El entrenador de los locales, Bartolomé Carreras, tras ser expulsado, empujó al colegiado Juan González. Ni las posteriores disculpas del técnico al árbitro le exoneran de un castigo que debe ser ejemplar. Su actitud es imperdonable, y más en un partido de base, donde los entrenadores deben ser los primeros en comportarse.
Tangana en Binissalem: no aprenden
En el partido entre el Binissalem y el Rotlet, disputado el sábado, los entrenadores de ambos equipos, Alejandro Calero y Miguel Angel Ferrer, fueron expulsados tras protagonizar una tangana, según reza el acta arbitral. Pero, siendo esto grave, lo peor de todo es que la fuerza pública, en el recinto desde el minuto 82, identificó en la grada al encargado de las instalaciones, que se unió a la trifulca entre los banquillos. Afortunadamente, en esta ocasión el árbitro no ha pagado la ira de ningún jugador o aficionado, pero el Comité de Competición deberá tomar cartas en el asunto. Actitudes así son intolerables. Llueve sobre mojado. Por cierto, sobre este asunto, la prensa, y este diario en particular, se ha limitado a transcribir el acta arbitral, sin tomar partido por nadie. Como debe ser. Sobran segundas lecturas.
A los copropietarios del Lluís Sitjar les asiste la razón, y es que la memoria suele ser muy corta
La razón de los copropietarios del Lluís Sitjar
Formas al margen -alguno de los miembros de esta asociación debería acudir a un curso acelerado de buena educación-, a los copropietarios del Lluís Sitjar les asiste toda la razón. Primero porque son convocados por el Mallorca y el Ajuntament de Palma sin una oferta clara y firme sobre la mesa. Y en segundo lugar porque a cada año que pasa el dinero que se les ofrece es menor. Hemos pasado de los 27.000 euros por cada título de propiedad en 2010, durante la alcaldía de Aina Calvo, a los 14.000 actuales, para un total de 9,7 millones de euros. Eso sí, se les ofrece dos pases durante los próximos 15 años por cada título de propiedad, oferta rechazada. El tema está enquistado desde hace muchísimos años y no hay forma de desencallarlo. Quizá falte sensibilidad por ambas partes, pero la única verdad es que los copropietarios, la mayoría sus descendientes, hicieron un gran esfuerzo en su día, con su contribución personal, para que el estadio Lluís Sitjar fuera una realidad. Ocurre, como en otros muchos casos, que la memoria suele ser muy corta.
Abramovich, un paria en Reino Unido
El oligarca ruso Roman Abramovich se ha convertido en un paria en el Reino Unido por obra y gracia de su amigo Putin. Tras las sanciones impuestas por el Gobierno de Boris Johnson, la Premier ha despojado al magnate ruso de su condición de dueño de todos los activos del Chelsea, por lo que el club inglés no puede generar ningún tipo de ingreso. En la desgracia que supone la invasión de Ucrania, con miles de muertos, medidas como esta, junto a otras muchas en todos los ámbitos, supone un pequeño consuelo y un grito de protesta hacia una invasión intolerable.
