El brote de covid que está padeciendo el Urbia U Energia Palma está castigando severamente su plantilla y staff técnico. Si el pasado martes se paralizaba la actividad al detectarse un positivo a Abel Bernal, con el consiguiente aplazamiento de los partidos que el equipo de Ciutat debía afrontar ante el Río Duero Soria y el ConectaBalear Manacor antes de cerrar la primera vuelta, al central se le sumaron ayer sus compañeros Dani Ruiz, Gaby Del Carmen, Juanmi González y el segundo entrenador Andrés Rodríguez.

Con todos los miembros del vestuario confinados en sus domicilios, tres de los cuatro nuevos casos dieron negativo en las primeras pruebas PCR realizadas. La aparición de síntomas como fiebre o tos en ellos encendieron de nuevo las alarmas en los servicios médicos de la entidad.

El resto de jugadores, incluido el primer entrenador Marcos Dreyer, deben guardar todavía cuarentena en sus casas según dicta el protocolo sanitario hasta el martes día 8 cuando podrían reiniciar los entrenamientos en Son Moix si no hay más incidencias.

Los cinco miembros infectados deberán esperar hasta que superen la enfermedad. Si bien es cierto que los dos receptores, el central y el líbero, son imprescindibles en los esquemas de Dreyer, este tendrá un serio contratiempo de cara al partido del sábado día 12 ante la UD Ibiza Ushuaïa.