“Parece que nadie quiera este Mundial”. Lo dice Marc Márquez, vigente campeón del mundo de MotoGP y que actualmente se recupera de las dos intervenciones quirúrgicas a la que se sometió tras fracturarse el húmero del brazo derecho tras la espectacular y elogiada remontada en el Gran Premio de España, que abría el Mundial-2020 en Jerez.

“Bromeamos con el equipo en las videollamadas que hacemos, porque parece que nadie quiera ganar”, afirma Márquez en declaraciones a El Periódico, diario de Editorial Prensa Ibérica. “Y el que menos ruido ha hecho, es el que va líder, que es Dovizioso. Pero es que tenemos a Nakagami y muchos otros pilotos a menos de 25 puntos. Es difícil analizarlo, no se entiende. Esperaba más de muchos pilotos de los que estaban delante”, añade.

Una sorpresa este año es el buen rendimiento de los equipos ‘satélite’. Márquez cree que “hoy en día lo de satélite es entre comillas. Es el equipo que no va pintado como la moto de fábrica, pero las motos, por ejemplo la mía y la de Cal Crutchlow, son idénticas. Las fábricas han visto que tener cuatro motos de fábrica en pista te permite obtener más información y más posibilidades de conseguir resultados”. “También da vida al campeonato y me gusta, porque representa que con cualquier moto puedes ganar; la igualdad es muy grande y la diferencia la hace el piloto”, afirma.

Por otro lado, Alex Crivillé, primer campeón del mundo española en la categoría reina, señaló ayer que “Joan Mir está siendo la revelación; es increíble, ya que es un piloto que no clasifica muy bien, pero hace unas remontadas espectaculares”. “En Misano consiguió dos podios consecutivos y creo que es de los pilotos por los que hay que apostar y además Barcelona le gusta y la Suzuki funciona bien, porque tiene velocidad punta; puede estar entre los mejores y puede llegar la primera victoria”, afirmó Crivillé.