El ultrafondista mallorquín Pere Garau consiguió ayer finalizar el complicado reto de la Volta a Mallorca 2019 tras tres largos días de esfuerzo por una causa solidaria: dar a conocer la enfermedad de Andrade, también conocida como Amiloidosis Hereditaria por Transtirretina. Lloseta reunió ayer a cientos de personas que recibieron a Garau entre aplausos tras concluir su osadía a lo largo de más de 370 kilómetros alrededor de la isla. Durante la primera jornada del reto que se impuso el atleta mallorquín, Garau partió del Bar Bestard de Lloseta, para pasar por Alaró, Bunyola, Valldemossa, Esporles, Estellencs, Capdellà, Palmanova y Palma. Durante el segundo día el recorrido transcurrió por Sa Ràpita, la Colonia de Sant Jordi, Portopetro, Porto Colom, Porto Cristo, S'Illot y Cala Ratjada. Ya durante la tercera jornada, Garau recorrió Son Serra, Can Picafort, el Port d'Alcúdia, Pollença, Lluc, Caimari y Mancor. Con dicho reto finaliza la última etapa del proyecto solidario '4 illes 2 reptes 1 causa' que se gestó durante el inicio de 2019 y que ha llevado a Pere Garau a recorrer durante este año más de 1.000 kilómetros, con un desnivel acumulado de más de 4.100 metros de altura.