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Neymar, incordio para los grandes

En territorio comanche

Neymar, incordio para los grandes

El enésimo culebrón Neymar con el objetivo de que el río de las comisiones siga bajando caudaloso para 'o pai' y el resto de vampiros que forman parte de la corte del carioca amenaza con desestabilizar a los dos grandes del fútbol patrio. Ahora, tras un verano que arrancó con el brasileño viéndose de nuevo tomando mate (o lo que surja) con Messi y Suárez, cuentan que el mejor posicionado para quitarle de encima el marrón al PSG del 'príncipe' Al-Khelaïfi es el Real Madrid. Ver de blanco a la criatura es una vieja aspiración del tito Floren, que no entiende de esquemas de juego ni estrategias y que ve el fútbol como un negocio en el que se gana todo metiendo en el once a los que el presidente del Real Madrid considere los mejores del momento, aunque todos sean delanteros, extremos o mediapuntas. Al directivo de directivos solo le van los ingenieros y los finos estilistas, nada de albañiles y peones de brega. Lo de defender queda para otros... equipos.

Pero para llegar hasta aquí el tito Floren ha tenido que echar un pulso, que amenaza con ser mortal, con Zidane, al que fue a buscar después de la espantada del francés para apaciguar las iras del madridismo tras una temporada nefasta. Parece que el presidente se cansó de ser un mero pelele en el verano en el que el fracasado fichaje de Pogba se convirtió en una obsesión para Zizou que eclipsó a los que sí llegaron. Ahora que se ha cerrado la puerta a la llegada del correcaminos y musculoso centrocampista francés, el tito Floren ha visto la luz y la posibilidad de incorporar para la causa las virguerías y la samba de Neymar. Y de paso, darle al Barça un portazo en las narices y repetir así lo que vendría a ser la operación Figo 2.0, el fichaje que inauguró la era de los galácticos.

Además de obligar a Bartomeu a tener que explicarle a Messi por qué no pudo cumplir con la petición del todopoderoso astro argentino de devolver a Barcelona a su amigo brasileño.

El problema con el que se puede encontrar el Real Madrid si sale victorioso en la puja por el chico de oro que ya no lo es tanto, además de la herida que dejaría entre Floren y ZZ, es que a Neymar no solo le gusta la samba en el campo. El brasileño lleva dos años en los que las únicas portadas que ha acaparado, además de por el mercadeo, son las de los episodios que va dejando su disipada vida. Tanto, que ya hay quien considera que la dolce vita fuera del campo de Neymar comienza reflejarse en el mismo espejo que consumió a otro genio como Maradona.

Por eso, y por el carácter caprichoso del futbolista y su tóxico entorno, al margen de conocer cómo está ese tobillo, el fichaje del brasileño no gusta a buena parte de la afición blanca. Pero Al-Khelaïfi ya se ha cansado de él, aunque no por eso certificará el paquete a cualquier lugar, y mucho menos con destino a Barcelona. El catarí no olvida cómo los culés trataron de levantarle a Verratti y cómo luego le pusieron todas las pegas del mundo para fichar a Ney, ahora todo un incordio para el PSG y los dos grandes del balompié español. Y tampoco a sus jefes, los que llevan la contabilidad en Qatar, se les habrá pasado el susto tras ver la factura de la operación: 222 millones más sueldos, comisiones, 'toiss' y cumpleaños de la hermanísima. Un caro 'todo incluido' hasta para el petróleo árabe.

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