El empresario deportivo y turístico, Damià Seguí, ha fallecido hoy en Palma a los 83 años. El histórico propietario de la sala de espectáculos Son Amar y mecenas del voleibol mallorquín, padre del extinto Son Amar Palma y el más reciente Can Ventura, deja un enorme vacío. Tras triunfar en el Son Amar, con el que conquistó varios títulos de Liga, desapareció de la escena pública cansado de la falta de ayudas para su proyecto deportivo. Hasta que hace un lustro se volvió a meter en una nueva aventura con el voleibol al hacerse del Can Ventura, al que subió dos categorías hasta hacerle campeón de Liga y de Copa, un registro inédito hasta el momento.

Marcos Dreyer, entrenador del Urbia Palma, enterado por este periódico del fallecimiento de Seguí, afirma que le estará "eternamente agradecido" porque le dio "la oportunidad de ser entrenador de alto de nivel". "Ha sido un personaje clave para el voleibol, nunca he visto llorar a nadie por este deporte como él", subraya.

El doctor Teo Cabanes ha conocido la noticia del fallecimiento de Damià Seguí en Lisboa. "Me unía una gran amistad, estuve en dos fases con él; primero con el Son Amar y después con el Can Ventura", ha señalado el médico, que ha añadido: "Era un ganador nato, no admitía ser segundo. Todo lo que se proponía lo conseguía. Dentro del voleibol ha sido lo máximo a nivel nacional".

"Era un hombre muy observador, cuidados con todos los detalles. Y un hombre que ayudaba siempre a sus amigos", ha añadido Cabanes, que ha asegurado que "todavía estaría en el voleibol" de nos ser por sus problemas de salud.

Casado con Paulette Perres y sin hijos, la muerte de Seguí ha conmocionado el mundo del deporte mallorquín y no han tardado las reacciones, como la del ConectaBalear Manacor.

El funeral será el lunes 7 de enero en la Iglesia de Sant Miquel, a las 19 horas.

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