Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El rincón de pensar

Ambición, un valor deportivo

Ser ambicioso es una cualidad que se le pide a todo deportista de élite que aspire a ser campeón en su especialidad. El día a día está pleno de campeones con ganas de serlo

La Liga 123 avanza y el Real Mallorca ha dejado los puestos de privilegio que dan opción a la búsqueda de la categoría superior tras encadenar un tercer partido sin lograr la victoria. Parecería que estamos en una situación de minicrisis, pero nada más lejos de la realidad. Los dos empates y la derrota de hace quince días en casa ante el Albacete solo son una muestra de lo igualada que es esta Segunda División en la que cualquier equipo te puede dar un susto.

El conjunto de Vicente Moreno sumó el sábado otro punto tras una igualada en un difícil campo, el Anxo Carro, y al igual que hace quince días en Son Moix, o hace tres semanas en Elche desarrolló un fútbol que no estuvo carente de ambición, lo que le hizo que nunca se le perdiera la cara al partido. Verdad es que encajar un tanto cuando apenas el balón acaba de empezar a rodar demuestra alguna falta de concentración tras la salida del vestuario, pero también hay que hacer notar que después el once rojillo, anteayer de negro, se fue a la búsqueda de revertir el resultado y tuvo opciones para ello. Se podría esperar que un recién ascendido fuera más conformista, pero hay que aplaudir que el técnico valenciano haya sabido transmitir a sus jugadores que hay que luchar e ir a por todas si se quieren lograr los objetivos marcados.

Alba, otra ambiciosa sana

La semana nos deja también otra muestra de sana ambición deportiva, la de la binisalamera Alba Torrens, que ha completado con la selección femenina de baloncesto una intensa trayectoria en el mundial femenino disputado en nuestro país, que se ha saldado finalmente con una medalla de bronce, la sexta consecutiva de este grupo de mujeres en las grandes competiciones. Hubiera sido bonito llegar a la final contra Estados Unidos, aunque difícilmente se hubiera logrado otra cosa que la plata, pero la presea que se colgaron Alba y sus compañeras es un premio a su lucha, pese a las dudas que se despertaron por la derrota ante la Bélgica ante la que ayer se tomó la revancha.

Dos ambiciosos reconciliados

Otros dos nombres propios han sido los de dos ambiciosos campeones: Marc Márquez y Jorge Lorenzo, compañeros de equipo el próximo año y que sostuvieron un pique verbal tras la caída del mallorquín en la primera curva del gran Premio de Aragón. Afortunadamente para la convivencia de los dos en el equipo Repsol la próxima temporada, el catalán se interesó por el estado físico de Lorenzo, que agradeció el gesto y puso fin así a cualquier posibilidad de que germinara una relación envenenada. Los dos son dos grandes y ambiciosos campeones y donde deben hablar con sus motos y ganando carreras que es lo que saben hacer.

Compartir el artículo

stats