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Bustos pugna por el balón con un contrario.

Minuto 91

Ni actitud ni aptitud

En la primera oportunidad que tenía el Mallorca para sentenciar la primera plaza y preparar con tiempo suficiente la eliminatoria de campeones, falló de forma estrepitosa. No por el resultado, 1-0 en Sabadell ante el rey del empate, sino por la falta de aptitud. Si ya es grave en un líder, indiscutible -los números no engañan- la ausencia de una mínima propuesta de juego, más lo es que vaya acompañada de una mínima actitud. Los hombres de Moreno parecía que disputaban un partido de pretemporada en lugar del duelo para el título, posiblemente el más esperado después del que jugarán por el ascenso. Como entrenador, Moreno es responsable del desaguisado y tiene mucho que explicar de porqué el equipo ofrece tan poco en los desplazamientos, pero hace mal en atribuirse toda la culpa del paupérrimo espectáculo ofrecido por su equipo. Los futbolistas han de asumir su responsabilidad. No se puede jugar peor ante un rival mediocre -lo dice la clasificación- y que por momentos parecía el auténtico líder. Con actuaciones así en el play off se jugará con fuego. Las dudas sobre el equipo aumentan. No es para menos visto lo de ayer.

El Atlético Baleares dio un paso de gigante frente al Alcoyano, pero no definitivo. Le esperan dos partidos complicadísimos, ante el Cornellà en tierras catalanas, y en la última jornada ante el Ebro en Son Malferit. Ambos equipos se juegan entrar en el play off de ascenso, por lo que al equipo de Mandiola le espera un infierno. Ayer, el de siempre, Xisco Hernández, dio la victoria al equipo con un gol olímpico a cinco minutos del final.

El Barça, campeón. El equipo azulgrana cumplió con los pronósticos y se proclamó ayer en Riazor campeón de Liga por séptima vez en los últimos diez años. Haga lo que haga el Real Madrid en la Liga de Campeones, el mérito es incuestionable. Una temporada en la que conquistas el doblete nunca puede ser una mala campaña -qué poca memoria hay en el fútbol-, pero sí es verdad que, entre los barcelonistas, hay un poso de amargura al ver cómo se está desaprovechando el contar con el mejor jugador de la historia para no ampliar su palmarés en la máxima competición continental de clubes.

Nadal no se cansa de ganar. Con una superioridad insultante, Nadal se alzó ayer con su undécimo Godó. Y lo hizo arrollando en la final, como ha hecho en todo el torneo, al joven Stefanos Tsitsipas en apenas 77 minutos. Como muy bien dijo Alex Corretja en la retransmisión, el mallorquín podría haber jugado cuatro horas más. Salvo un set ante Klizan en cuartos y frente a Goffin en semifinales, el desgaste del manacorí ha sido mínimo en un torneo que prácticamente se ha llevado con la gorra. Es verdad que todo puede pasar -esto es deporte-, pero ahora mismo no se intuye quién puede hacerle sombra en superficie de tierra. El sábado sumó su victoria 400 en arcilla, por solo 35 derrotas. Esto significa que ha ganado el 92 por ciento de sus partidos sobre polvo de ladrillo. Simplemente estratosférico.

El Iberostar Palma debe tomarse esta temporada como una lección para no repetir errores. Un equipo creado para luchar por las plazas de play off de ascenso se ha tenido que conformar con pelear por la permanencia. Y de forma agónica. Con un proyecto a largo plazo, Félix Alonso tiene tiempo y la confianza de su presidente para preparar con garantías la próxima temporada, que debe ser la de la ilusión. El ambiente el viernes en el Palau fue de ACB. Es verdad que se regalaron dos entradas a cada socio, pero se respondió de forma ejemplar para llenar Son Moix.

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