El fichaje de Félix Alonso es una reválida para todos. Club, técnico y, sobre todo, plantilla. Para el Iberostar Palma, con Guillem Boscana a la cabeza, se trata de certificar que el camino elegido es el correcto tanto a nivel económico como de proyecto deportivo. Para Félix Alonso, el reto es confirmar su caché de entrenador FEB y de que es capaz de reanimar a un equipo en clara línea descendente. Pero, sobre todo, es un examen de envergadura para una plantilla que ha rendido por debajo de lo esperado y que, ahora, ya no tendrá una excusa en el banquillo.
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Análisis