Desde que el fútbol español adoptó los tres puntos por victoria como ya hacía el fútbol inglés, siempre he defendido que los empates penalizan más que otra cosa.
Tanto a los aspirantes a algo, que ven frenadas sus pretensiones, como a los que intentan sacar la cabeza de abajo porque les sirve de bien poco en la gran mayoría de ocasiones.
No obstante, sí reconozco que hay empates y empates. Que no todos son iguales por diferentes características y connotaciones.
Este fin de semana el Mallorca solo pudo empatar en Formentera y gracias a un gol en fuera de juego. Pero este empate no penaliza porque el líder Mallorca llevaba siete puntos de ventaja a su perseguidor y se los sigue llevando porque éste también empató. En el caso del Baleares, es diferente. Su empate sí lo considero un tropiezo. Su rival era el Peralada, equipo de parecidas características al rival del Mallorca, sobre todo en la clasificación, pero con la diferencia de que el Baleares, con este empate, sigue sin ganar como local y ya van seis partidos en casa. Los blanquiazules no le ganan a nadie en Son Malferit y es por eso por lo que considero que hay empates y empates, y el del Baleares es menos empate que el del Mallorca.
Quizá haya semanas en las que la valoración se dé la vuelta; esta semana hay dos jornadas y habrá que ver si en alguna de ellas se da el caso. El Mallorca recibirá al Hércules y al Valencia Mestalla, mientras que el Atlético Baleares viajará hasta Eivissa y Alicante, ¿valdrán o penalizarán los empates? El Mallorca ha empatado dos veces como visitante, mientras que el Baleares logra sus mejores resultados cuando juega fuera. Ambos están ante la oportunidad de sumar de tres en tres vistas las estadísticas.