Jorge Lorenzo dice que ya no piensa en el título sino en ganar carreras, aunque este fin de semana, con la disputa del Gran Premio de Australia en el circuito de Philip Island, puede retrasar al máximo el segundo Mundial de MotoGP de Casey Stoner. El australiano, que cumple años el 16 de octubre, busca hacerse el mejor regalo posible y ante su afición, pero para lograrlo de manera matemática necesita obtener una diferencia de diez puntos al final de la carrera "de casa" y parece un objetivo que se antoja complicado salvo que se produzca un pleno de los pilotos de Honda sobre el podio de Philip Island o un error del mallorquín.

?Sin embargo, Lorenzo reconoció ayer que en Australia no piensa saltar a la pista pensando "en el campeonato" sino con la intención de ganar la prueba. "Ahora mismo en lo que pienso solo es en ganar carreras, en el resultado de esta carrera y en estar el máximo posible en el podio", destacó. "En teoría el campeonato está acabado, no es imposible, pero sí es cierto que está difícil, aunque también puede tener un mal día –en alusión a Stoner– y yo todo lo contrario, tenerlo muy bueno", comentó Lorenzo en Philip Island.

?"Desde el principio sabía que iba a ser un campeonato difícil, pero la verdad es que no lo esperaba tanto, pues sinceramente no pensé que Honda daría un paso adelante como el que ha dado y que nosotros no lo haríamos", admitió Lorenzo en alusión a la evolución del motor de su Yamaha, que probó tras el Gran Premio de la República Checa y del que ha dicho que sube más de revoluciones pero corre menos que el viejo. "Tengo que volver a probarlo en los entrenamientos de mañana –por hoy–, pero la verdad es que creo que con el motor tenemos un problema bastante grande, pues en principio parece que va un poco peor y en este momento esa situación me preocupa pero tendremos que ver qué es lo que pasa, ya que la intención era usar el motor viejo, al que le quedan poco más de cien kilómetros de vida, una carrera, en Malasia", explicó el campeón del mundo de 2010.