El equipo de Llorenç Serra Ferrer quiere pisará el acelerador para desprenderse de los futbolistas con los que no se cuenta. "Laudrup lo sabe. Tenemos su opinión y espero que esto quedará definido antes de iniciar el stage en Holanda", explicó el pobler ayer en su primera visita a Son Bibiloni.

"Habrá gente nueva y otros que saldrán. Pero se trata de una situación diferente de otros clubes porque estamos en concurso de acreedores y por tanto supervisados por los administradores concursales y la juez", recordó el cabeza visible del nuevo proyecto.

Serra Ferrer pisó por primera vez el césped de los campos de entrenamiento de Son Bibiloni desde que hizo oficial su intención de participar en la compra del club. "Las sensaciones son buenas. Los jugadores han aceptado con gusto el cambio de propiedad y también a Michael Laudrup", subrayó el ex entrenador del Mallorca y Barcelona.

El pobler, como máximo responsable de la parcela deportiva, quiere prescindir de los servicios de un grupo de futbolistas muy gravosos para la tesorería bermellona y cuyo rendimiento deportivo se ha estancado. Es más que probable que Pierre Webó, convocado para el día 20, no llegue a entrenar con el primer equipo.

Del mismo modo se busca una salida para Josemi, Enrique Corrales y Fernando Varela. También se facilitará la salida de futbolistas como Artiz Aduriz, Gonzalo Castro o Iván Ramis porque sus ventas dejarán dinero en la caja.

Queda por definir qué ocurre con Pep Lluís Martí y Julio Álvarez, los dos únicos jugadores de la pasada campaña que acabaron contraro el 30 de junio. Serra Ferrer quiere renovar al palmesano una temporada más pensando en un centro del campo que conjugue juventud y veteranía. Julio Álvarez, por su parte, está en conversaciones con el club.