Eran alrededor de las doce y media de la noche en Melbourne cuando un nudo apretaba las gargantas de los 15.000 espectadores de la Rod Laver Arena.

El suizo Roger Federer acababa de romper a llorar desconsolado tras su derrota en la final del Abierto de tenis de Australia y una pregunta sobrevolaba el estadio: ¿Habrá dicho adiós a su sueño de lograr la mítica marca de 14 Grand Slams?

Nadal parece demasiado para Federer. El suizo ha perdido los cinco últimos partidos que ha disputado contra el mallorquín, entre ellos tres finales de Grand Slam. Fue demolido en Roland Garros, derrotado en su feudo de Wimbledon y vencido ayer en pista dura, en un día señalado con letras de oro en el calendario de Federer.

El estilista suizo buscaba igualar el récord del estadounidense Pete Sampras. Una marca que si supera le conferiría sin discusión el título de mejor jugador de todos los tiempos.

Pero Nadal no parece dispuesto a ponérselo fácil. El mallorquín asegura que tiene una excelente relación con su rival e insiste en que para él es ya el mejor tenista de la historia.

La próxima oportunidad del número dos no llegará hasta junio en Roland Garros, donde Nadal aún no perdió nunca un partido y ganó los últimos cuatro títulos. Si fracasa, tendrá que superar en Londres el recuerdo de la final de Wimbledon de 2008, cuando el español lo batió en un estadio casi sin luz en un quinto set que terminó 9-7.

"El año pasado ya decían que estaba acabado y luego ganó el Open de Estados Unidos", recordó Toni Nadal. Pero Federer ganó con una facilidad aplastante en Nueva York y en sólo tres mangas, enfrentándose al británico Andy Murray en la final, que previamente había eliminado a Rafel Nadal en las semifinales de este mismo torneo.

Bajo la gorra con sus siglas, RF, los ojos hinchados de Roger Federer reflejaban aún el dolor por la derrota mientras intentaba encontrar explicaciones a lo sucedido. "Me gustaría ser zurdo. Es una gran ventaja para él. Y no es la primera vez", dijo frustrado. "Siento que este es un partido que debería haber ganado, pero uno no puede ir ganando todos los partidos que juega", se lamentó el helvético. A Rafel Nadal, sin embargo, el suizo sólo le ha ganado seis de los 19 que han disputado, el último en las semifinales del Masters de Shanghai en 2007. ¿Aún sigue pensando que puede derrotarlo? "Por supuesto, no pasé cinco horas ahí fuera sin creerlo", sentenció Roger Federer.