Dinamarca apenas podía creerse ayer la forma en la que su selección dijo el sábado prácticamente adiós a toda posibilidad de clasificarse para la Eurocopa de fútbol de Austria y Suiza 2008.

"No se puede ser más idiota", se lamentó el diario Ekstra Bladet tras los incidentes ocurridos en el partido entre daneses y suecos por el Grupo F de clasificación.

Después de remontar un 3-0 en contra, Dinamarca vio en apenas un minuto cómo sus esperanzas de estar en la Eurocopa quedaban echas trizas. A un minuto del final del tiempo reglamentario, el jugador del Sevilla Christian Poulsen propinó un puñetazo en el estómago al sueco Markus Rosenberg.

La agresión se produjo dentro del área, por lo que el árbitro alemán Herbert Fandel decretó penal y expulsión del danés. Los 42.000 enfervorizados espectadores que llenaban el Kopenhagener Parken se quedaron helados, pero lo peor estaba por llegar.

Un aficionado de 29 años no pudo soportar la tensión y se lanzó al terreno de juego directo a por el colegiado. Apenas pudo tocarlo, porque los jugadores daneses se pusieron en medio, pero Fandel decidió dar por terminado el partido y otorgar la victoria a Suecia por 3-0.

"Por suerte los jugadores daneses me defendieron", dijo Fandel al diario alemán Die Welt. "Me quedé sorprendido y asustado de que un loco en un partido de esta importancia pudiera acercase así a mí", añadió el alemán, para quien la suspensión del choque era "un signo necesario contra la violencia de jugadores y espectadores".