"Disfruto mucho y lo seguiré haciendo hasta que el cuerpo me diga basta". Con esta frase define Matías Pizá (Santa Maria, 1961) la disciplina que desde hace más de casi 40 años practica, el trial en moto. Ahora, con 56 años -cumple los 57 el mes que viene-, asegura que tiene la misma ilusión o más que antes, aunque afronta de otra manera las pruebas, principalmente para no lesionarse o hacerse daño. El pasado mes de noviembre fue homenajeado por el Ajuntament de Santa Maria por su trayectoria y recibió públicamente un premio.
—A su edad la gente empieza a pensar en la jubilación y en pasear a los nietos, usted supera dificultades en moto.
—Voy a cumplir 57 años. Ir aún a la península y al extranjero a hacer trial para mí es disfrutar. Me da vida. Lo hago para disfrutar, no tengo que demostrar nada a nadie a estas alturas. Paso gusto en el deporte que durante toda la vida he practicado, y ojalá que lo pueda hacer muchos años más.
—Qué mejor recompensa que el pueblo que lo vio nacer le reconozca.
—Estoy muy orgullosode que el pueblo me reconozca. Siempre he llevado a Santa Maria en el corazón allá por dónde he ido. Que me reconozcan el esfuerzo, y con la edad que tengo, es para mí un auténtico orgullo.
—¿Cómo se inició en el mundo del trial?
—Tenía 15 años y me costó mucho entrar en este mundo. No es como ahora que hay facilidades y los padres ayudan en todo lo que pueden. En esos tiempos tuve que comprarme la que fue mi primera moto. Tuve que trabajar mucho para comprármela. Sé lo que me ha costado llegar y practicar el trial, aunque ha valido la pena por todo lo que me ha dado. Al principio éramos casi los pioneros del trial que se hacía en Mallorca. En Santa Maria cada año hacíamos una competición en Son Oliver, prueba que ahora no podemos realizar. Llegamos a ser bastantes de Santa Maria que practicábamos el trial. Ahora, de los inicios solamente quedamos mi hermano y yo.
—¿Defíname el trial?
—Es un atractivo deporte en moto en el que cuenta el equilibrio, el equilibrio dinámico con la moto y debes superar unos obstáculos, tanto naturales como artificiales. Según cómo superes esos obstáculos se puntúa y penaliza. Todo ellos ante jueces y con un tiempo para hacerlo.
—¿Compite mejor ahora con su experiencia o antes sin ella sobre la moto?
—Para mí no es igual ahora que hace veinte años. Por ejemplo hace ese tiempo entrenabas mucho para hacer una buena clasificación en el Campeonato de Balears. Ahora no, ahora hago trial para divertirme, pasármelo bien con los compañeros e intentando no hacerme daño. Es que si me caigo€ Las caídas son malas, ya que a mi edad la recuperación es más larga. Ahora mi cabeza me dice ante una zona que no me veo con coraje en superarla: "Para y vete a la otra zona".
—¿Se llega a tener miedo en el trial?
—No. Se llega a tener miedo si no entrenas. En el momento en el que te preparas bien y te acostumbras a la moto coges mucha seguridad en ti mismo. Es clave también conocer bien a la máquina [en referencia a la moto]. No obstante tienes que saber dónde están tus límites. Cuando pasas tus límites es cuando es arriesgado. Pero si sabes hasta dónde puedes llegar con tu preparación y límites no. Tienes que saber parar cuando lo ves peligroso y pensar "no sé qué me puede pasar si lo hago".
—Según lo explica, parece que es un deporte peligroso.
—No. No es un deporte peligroso. En todo el tiempo que llevo haciendo trial lo máximo que me he hecho ha sido romperme un dedo, y hace 30 años. Golpes sí, pero repito que la clave es conocer tus límites, saber hasta dónde puedes llegar y no pensarte que eres el campeón Toni Bou.
—¿Hasta cuándo estará encima de una moto?
—Hasta que pueda y hasta que el cuerpo aguante [asegura de manera tajante]. Ahora disfruto. Hago clásicas, voy a competir en la península, circunstancia que antiguamente no podía porque significaba un gran coste. También tengo tiempo, por eso lo puedo hacer. Voy al extranjero a hacer moderno y clásica y me lo paso muy bien. Por Francia, por ejemplo, las zonas están adaptadas a la gente de mi edad, no son difíciles, no hay peligro. Vas a disfrutar y a pasar un fin de semana con los compañeros.
—¿Zona artificial o natural?
—Natural, artificial me da mucho miedo. Tienes que haber entrenado mucho para superar obstáculos en artificial, y nunca me ha ido bien.
—Santa Maria presume de contar con un club de trial, el MC Escudería l´Ofre.
—Muy feliz de que ahora en Santa Maria haya muchos practicantes de trial. He trabajado mucho para ello. Soy un enamorado del trial. Es un orgullo ver que hay gente joven que sigue tu estela, aunque lo tienen mucho más difícil que nosotros a la hora de entrenar por la montaña. Nosotros podíamos ir y ahora todo son problemas.
