La semana pasada se conoció la triste noticia del fallecimiento de Alfonso Loefller, uno de los históricos de ajedrez de la zona Norte de Mallorca. Jugó en su juventud en el país vasco, con un cierto nivel, y al llegar a Mallorca jugó en Pollença, Port de Pollença y Alcúdia, club del que fue cofundador y donde militaba actualmente. Últimamente, aunque no jugaba competición, a sus 85 años se le podía ver disputando partidas de café con sus compañeros del club. En lo estrictamente deportivo, Loeffler fue el ganador del primer Open de Alcúdia y junto con los cinco más que consiguió mantuvo el récord de victorias en un torneo que en sus inicios se jugaba a partidas lentas y no a rápidas como ahora, lo que le da un valor añadido. Desde 1987, año en que ascendió, militó en la máxima categoría, que mantuvo una serie de años.
A su funeral asistieron muchos amigos del ajedrez y todos coincidieron en su gran humanidad, su gran cultura y, sobre todo, gran educación con todo el que lo trataba. Era un caballero del tablero que encajaba tanto las victorias como las derrotas de igual manera, sin un mal gesto. Si el cielo existe, seguro que habrá ido directamente al él por su bondad. Descansa en paz amigo.
