Ejerce como abogada comprometida con la acción colectiva para vivir mejor y reducir las injusticias. Confía en la lucha feminista precisamente porque dice «es la que mantiene con más claridad la calidad de subversiva». Valora y agradece el silencio y para ella la música y el canto en particular le acompañan como catalizadores de las emociones.
Para acompañar las tareas domésticas: elige canciones del repertorio francés. Cita Dis, quan reviendras-tu?, de Barbara, i Avec le temps, de Leó Ferré.
Para los momentos tristes: es una incondicional del Concierto para piano número 2 de Rachmaninov.
Si está disgustada: le va bien entrar en un receso de paz y belleza con la Cançó 6 de Mompou o el ciclo Frauenliebe und Leben para voces femeninas de Schumann.
En tiempos de tranquilidad: se sumerge en la Serenata para cuerdas, de Antonin Dvorak.
Si está alegre: elige la Dansa de la primavera, de Maria del Mar Bonet.
Y si lo que quiere es bailar: no hay nada mejor que La Tarantella de la Arpeggiata, con Christina Pluhar al frente.