El recuerdo de Nueva York ha sido mitificado, «como ocurre con cualquier recuerdo especial», por el poeta Albert Garcia en El coure sota el Hudson, galardonado ayer con el Premi Ciutat de Palma, que ha utilizado este género literario para lograr la originalidad que alaba el jurado. «La poesía es el que mejor permite ser original e innovar en la forma de expresar los temas», dice sobre un género que «no es para hablar de flores, sino que sirve para todo», como por ejemplo para «enfrentar la vida y la ciudad», en palabras del jurado. Lo hace con «una poesía muy poco lírica, poco poética en el sentido tradicional», y evoca su vivencia hace más de una década en una urbe «dura para residir» a través de «la contraposición de la propia existencia, las dudas sobre el futuro, el amor, etc. frente a un escenario perfecto para hablar de todos estos temas».
Los poemas son muy diversos, tanto temáticamente como en el estilo, debido a que «Nueva York es muy diferente y aquí se refleja» mediante «la riqueza lingüística que aporta en un poemario bien trabajado y estructurado», según definen los seleccionadores de las obras galardonadas.
El catalán Albert Garcia, que obtendrá 12.000 euros del premio, no da tanta importancia a la gran cantidad de candidatos que se han presentado este año como al prestigio de los Ciutat de Palma, «de los mejores en esta lengua desde hace mucho tiempo», ya que el aumento de obras se debe «simplemente a que la gente ha tenido más tiempo para escribir a causa del confinamiento y debido al poder de convocatoria de la cuantía económica, lo que no quiere decir que el resultado sea de mayor calidad». Por eso él ha buscado la originalidad, para ofrecer al lector algo diferente. «No vale la pena hacer algo que ya existe, porque las librerías están llenas de libros y los buenos están escondidos entre los malos».
