La compañía Produccions de Ferro y Espai El Tub presentan el próximo jueves 26 de noviembre una nueva obra dirigida por Ferran Utzet. El actor Antoni Gomila (Manacor, 1973) escribió el texto original tras varios años de investigación y entrevistas con vecinos de Manacor para reflexionar sobre la figura del vecino.

«La obra Aquell carrer surge a raíz de varias dudas e interrogantes que tengo sobre las relaciones humanas, concretamente entre los vecinos. Tenía la sensación de que me habían explicado historias que me daban a entender que había relaciones entrañables entre ellos», explica Gomila. Empezó a entrevistar a gente para preguntarle cómo eran estas relaciones y cómo era su vida. A través de estas conversaciones quería indagar en si se habían producido cambios y de qué forma se relacionan las personas en la actualidad: «Al final ha sido un ejercicio en el que he tratado de entender qué hace que las relaciones humanas sean más positivas».

Explica que, por una parte, se ha dado cuenta de cómo ha sido el siglo XX en Mallorca: «He escrito unas reflexiones que me gustaría compartir con el público. No son conclusiones directas. Queremos que nos ayuden a tratar de entender todo aquello sobre lo que reflexionamos para sacar una idea clara acerca de si las relaciones eran mejores o peores, qué hace que la gente se necesite más o prefiera encerrarse en su casa, etcétera». Confiesa que el público será partícipe en este proceso de búsqueda de verdades porque han ido descubriendo aspectos de la calle que desconocía y que ahora le sirven para explicar cómo se ha construido este ambiente.

«Se trata de un texto transcrito. Hace tres años que empecé con este trabajo porque estuve informándome y tratando de entenderlo. Ha sido como tirar de un hilo y que vayan apareciendo todos los interrogantes. La ayuda de Catalina Florit y Ferran Utzet ha sido fundamental para acabar de construir este relato». Declara que llegó a los ensayos sin tener un texto terminado porque «no es un ejercicio de escritura sino de búsqueda».

El actor explica que el Barrio de Sa Torre de Manacor no tiene, a priori, ningún interés: «Ha sido a raíz de la investigación cuando me he dado cuenta de que es una radiografía perfecta del siglo XX en Mallorca desde todos los puntos de vista. No sé si el público sacará las mismas conclusiones que yo, pero creo que en cualquier lugar aparentemente insípido y poco atractivo puedes encontrar historias especiales». Gomila encontró muchas historias que no habían sido contadas y que formaban parte del lugar, lo que le llevó a seguir investigando.

El autor reivindica la figura del vecino porque «son las personas más cercanas que tenemos»: «Hacemos un llamamiento a construir una mirada nueva sobre la gente que habita en nuestro entorno. Enfatizar en el ‘si necesitas algo, estoy aquí’».

Durante el confinamiento hizo una campaña para apoyar el comercio local de Manacor llamada Menja’t Manacor. «Una ciudad es humana cuando tiene un tejido socioeconómico que funciona. Destinar todos nuestros recursos a lugares como los centros comerciales es un error. De esta forma se deshumaniza la ciudad. Tenemos que fomentar el carácter personal de los comercios».