Ainhoa Arteta (Tolosa, Guipúzcoa, 1964) es una de las voces más reconocidas de la ópera en España. La soprano actuará mañana, a las 20 horas, en el Teatre Principal de Palma en el marco del festival Fila U junto a Javier Carmona al piano, solistas líricos de la isla y el coro de la sala. "Es un concierto lírico que iremos intercalando entre los diferentes solistas, aunque cuando hago conciertos al piano suelen ser recitales. Normalmente se suele hacer con orquesta, pero la situación lo impide". Esta vez, Arteta no podrá descansar unos días en la isla , y disfrutar a bordo de un "velero, porque me chifla la vela, y darme un paseo; ya el año pasado lo hice y visité diferentes calas, es un lujo lo que tenéis allí".
A pesar del panorama cultural para muchos artistas, la cantante tiene su agenda ocupada. Tras su función en Mallorca marchará a Oviedo, con orquesta, y a Andorra, junto a un piano, para después llegar al Teatro de la Zarzuela en Madrid interpretando, "con mucha ilusión, La vida breve de Manuel Falla. La madurez de Arteta es la gran responsable de su gran momento profesional. Sin embargo, tuvo que pasar por una etapa "dura y complicada" quedándose sin voz.
"Cuando uno va teniendo edad, las cuerdas vocales, que son un músculo, se resienten mucho. Y más si no estabas haciéndolo correctamente. Llega un momento en el que se para. A mí me tocó volver a empezar desde cero porque además el músculo tiene memoria. Me retiré intentándome recuperarme con una muy buena profesora, Ruth Falcon. Y tengo que decir que después han sido los mejores años de mi carrera".
Preguntada por el debate de si la ópera es un género musical que se aísla en el elitismo, Arteta niega dicha situación y sostiene que hay que quitar "este estigma a la gente". "La música clásica es algo que hay que escuchar por necesidad imperativa. No disfrutar de la clásico es irse sin algo muy necesario para el alma. Es música elevada, no lo vamos a negar. Para sentir estas obras no hace falta saber de solfeo. Es simplemente abrir los sentidos y dejar que penetre en tu cuerpo", explica la guipuzcoana, quien señala la dificultad de la ópera para llegar a públicos más juveniles, ya que "es un género al que se necesita llegar con una cierta madurez, a no ser que te lo hayan inculcado desde niño y te guste".
Arteta, que ha tenido que suspender la gira de su último disco, La otra orilla (2019), donde repasa con once temas latinoamericanos las canciones de su infancia, defiende al tenor Plácido Domingo, tras asumir su culpabilidad por acoso sexual y abuso de poder, porque "jamás he visto en Plácido alguien que obligue a otra persona a hacer algo". "Como no lo he visto ni lo he percibido ni lo he sabido, a mí no me queda otra que defenderlo porque además le quiero muchísimo y creo que es una gran persona. Si hubiera sido así, lo hubiera criticado igual o con más fuerza. Es que conozco muy bien a Plácido y, sinceramente, y lo vuelvo a repetir, que mi relación con él y su familia ha sido siempre maravillosa", destaca la cantante vasca.
La soprano, que contó el pasado verano haber sido violada siendo veinteañera cuando se fue a formar en canto a Nueva York, recalca que, al pasar por esta "brutalidad", también "puede ser muy injusto cuando a alguien le acusan de esta manera".
