Marc Alomar (Inca, 1991) descansa en la isla mientras espera viajar hasta Cataluña en dos semanas para seguir con el Beethoven Académie 250. El proyecto, dirigido por el ilustre musicólogo catalán Jordi Savall, consiste en reproducir la integral de las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven. No obstante, la actual situación de la pandemia ha dejado aplazada la gira, que empezó en 2019, y ahora volverán a ensayar y a grabar el resto de las sinfonías. Las piezas, una vez estén todas terminadas, estarán a la venta en formato catálogo tras las grabaciones de estudio.

"Teníamos que empezar a ensayar en el mes de mayo, y después en el mes de junio hacer los conciertos. Ahora ensayaremos sin público, con la perspectiva de que en octubre podamos hacer los conciertos". Alomar, que ya despuntó pronto con un premio extraordinario final de carrera en violonchelo por el Conservatorio de Palma, siguió formándose musicalmente en Toulouse, coincidiendo con su formación en Física.

"En Toulouse descubrí el departamento de música antigua del conservatorio. Conocí el profesorado del departamento y me gustó mucho. Desconocía totalmente la ciudad y fue como un punto de acceso al mundo francés", señala el violonchelista mallorquín, que terminó el pasado año un máster en Ginebra de música antigua bajo la tutela de Bruno Cocset, "un referente en la interpretación histórica del violonchelo".

Una de las "novedades" del proyecto integral de las nueve sinfonías de Beethoven reside en la interpretación de las piezas con instrumentos de época, ya que "las sinfonías de Beethoven se han grabado infinidad de veces con instrumentos modernos".

"Está la imagen que parece que lo nuevo es más bueno. La música antigua busca otros timbres que han desaparecido con los instrumentos actuales. Esto pasa mucho con los instrumentos de viento. Incluso el formato de las orquestas, las salas donde se tocaba ha cambiado mucho", explica el músico mallorquín, que interpreta la música con su violonchelo de cuerdas de tripas de animal, tal y como se revestía al instrumento antiguamente.

Alomar, además, apunta que Jordi Savall "es un defensor de la interpretación histórica". Es por esta razón que el violonchelista mallorquín, también especializado en interpretación histórica musical, se interesó por el gran proyecto Beethoven Académie 250.

"Hubo una convocatoria en el 2018 y una primera preselección donde teníamos que enviar unos vídeos. Los seleccionados, después, fuimos a Utrecht (Holanda) donde hicimos unas audiciones en vivo con él y algunos músicos".

Savall, comprometido en ayudar a los jóvenes en su transición al mundo profesional, ha estructurado el proyecto sobre Beethoven de forma que los músicos más noveles, en el caso de Marc Alomar, puedan entrar en Le Concert des Nations, el grupo de orquesta, fundado por el musicólogo catalán, encargado de interpretar la integral de las nueve sinfonías de Beethoven. Alomar también destaca la importante figura de Jordi Savall, como "un referente de la música antigua".

"Es pionero y referente no solo en España sino en toda Europa. En los ensayos nos ha transmitido un sentido de la musicalidad muy profundo, y un respecto al texto y a las ideas de Beethoven de intentar buscar un poco que podía tener en su cabeza".

En cuanto a la figura de Ludwig van Beethoven, piedra angular del proyecto, Alomar afirma tener una especial predilección y "admiración" por el músico. Considerado como un "compositor revolucionario", además de "romper completamente con el que se había hecho hasta entonces". "Es el primer músico que se atreve a escribir obras para violonchelo. Y hace que el violonchelo tenga un papel importante, que normalmente era siempre el piano". El violonchelista, que le influenció en la música su hermano mayor, reivindica un Beethoven que "no escribió música para que gustara en los palacios". Sin embargo, aún desarrollando una sordera cuando escribía las sinfonías, su música fue incomprendida en su época, y, según Alomar, "no se le ha valorado hasta muchos años después".

Alomar, por otro lado, observa con preocupación la situación del sector musical tras el confinamiento. "La gente que trabaja como freelance y que no tiene un trabajo estable en una orquesta es muy vulnerable. El Gobierno se está gastando mucho dinero en ayudas y hay que ver cómo nos afecta el año que viene a nivel de inversiones institucionales hacia la cultura. ¿Se recortará de cultura? Siempre suele estar en primer lugar".

Asimismo, es crítico con las medidas que tiene que tomar para desarrollar su trabajo. "Parece que hay una doble vara de medir. Veo algunas fotos de gente en conciertos con las sillas muy separadas y después al otro lado ves un bar donde todos están uno encima del otro y dices: ¿qué tiene de peligroso la música? Nosotros no estamos difundiendo ningún virus. Y ya es un sector de por sí muy precario".