P Cierra en Palma su gira 'Tour Héroes'. ¿Quiénes son sus héroes?
R El niño que no graba mientras a otro le hacen bullying y da un paso hacia adelante para decir "basta ya"; aquel que te da un abrazo tras un día agobiante; alguien que tiene a una persona con alzheimer y aunque ella se haya olvidado de él, él nunca la olvida y sigue mimándola; el que no mira hacia otro lado y tiende una mano... Con su granito de arena, estos héroes verdaderos hacen de este mundo, a veces convulso, difícil y errático, un mundo mejor. Desgraciadamente todos miramos nada más que para nosotros, y solo a los demás cuando necesitamos ayuda.
P ¿Bustamante tiene algo de héroe moderno?
R La palabra héroe me queda muy grande. Yo me veo como una persona que ha tenido la suerte de conseguir ser alguien en mi profesión y llevar casi dos décadas encima de los escenarios. Ojalá sea un héroe para los míos. Soy uno más que intenta ser buena persona cada día.
P ¿Considera una heroicidad sobrevivir dos décadas en una profesión tan competitiva?
R Sin ninguna duda. Da igual que estés arriba de todo porque a veces te disparan a matar y si estás bajo, se regodean de que estés abajo. Esto es una noria.
P ¿Qué lección extrae de este décimo álbum en su carrera, 'Héroes en tiempos de guerra'?
R Que no debo tener miedo a nada. Es un disco con muchos estilos de música diferentes, y me ha confirmado que soy capaz de hacer cosas diferentes, y que sigo creciendo como músico y escritor.
P El pasado fin de semana cantó en Palma Ana Guerra, quien interpreta con usted 'Desde que te vi'. ¿Por qué recurrió a ella para ese dueto?
R Ana Guerra es una muy buena artista, con una muy bonita voz, y con muchísimas de ganas de hacer y de decir cosas. Me siento identificado con ella. Su carrera empezó como la mía y cuando recibí esta canción pensé en su voz. El resultado me ha encantado, una canción que todo el mundo conoce y que invita a bailar.
P ¿Aspira a que sus canciones perduren en el tiempo?
R Uno lo intenta, pero no puede pensar en eso. Nadie puede ser tan ambicioso. Mis canciones me describen en cada momento, y este disco habla de las ganas que tengo de energía, de un show positivo, de que la gente baile y también de momentos íntimos. Pero que perduren o no en el tiempo... Quién me iba a decir a mí que Dos hombres y un destino cuando la canté por primera vez me acompañaría toda mi vida. Hoy todo el mundo la conoce, no solo en España, porque ha sido número 1 en 17 países. Ser infitino es muy complicado, uno intenta ser correcto y ser fiel a sí mismo.
P ¿Qué mueve sus canciones?
R El amor, que es lo que mueve cualquier estilo, desde las baladas heavies, lo más romántico del mundo, al hip hop que no es protesta pasando por el rock&roll. Todo le canta al amor. El amor es el motor del mundo. Y estoy conforme con eso porque soy un amante del amor. Me encanta estar enamorado, en todas sus formas.
P ¿Sigue defendiendo que "actuar es como hacer el amor, un orgasmo total"?
R Sí, pero esa frase no es mía, se la copié a Miguel Bosé. El clímax en un escenario es algo increíble. Nuestra profesión es la única en la que nadie se quiere prejubilar, por algo será. Actuar es algo muy bonito y ojalá dure muchos años.
P ¿De la entrega total uno pasa al vacío absoluto, concluida la actuación?
R No es un vacío si tienes tu alma, tu ego y tu otro mundo. Lo inteligente es no vivir en una burbuja y ser artista las 24 horas del día. Por mi manera de ser cuando subo al escenario lo hago de modo soberbio, me creo el mejor del mundo al estar ahí arriba, pero cuando se apagan las luces soy David, un chaval que nació en San Vicente de la Barquera al que le gusta quedar con sus amigos y no vive todo el día como músico. Lo contrario sería una locura. Yo no tengo séquito, mi entorno me pasa la mano por la espalda. Disfruto encima de un escenario y también cuando tengo una vida normal.
P ¿Sueña con un Grammy?
R Siempre he soñado con él pero es muy difícil. Prefiero el Grammy latino al americano, por lo que significa, por la lengua y por todo. Pero no es algo que me obsesione. El mayor premio que uno tiene es el reconocimiento, el público que viene a los conciertos, que compren mi disco, que me quieran y me apoyen, porque al final uno solo es la cara visible de un proyecto en el que participan muchos más.
P ¿Qué ha preparado para Palma, última parada de su 'tour'?
R Vamos a darlo absolutamente todo, será algo muy potente, y no querremos bajarnos de ese escenario nunca. El último concierto de una gira siempre se afronta con emoción.
P ¿Qué será la próximo?
R Un disco sobre el que ya tenemos un poco la idea. Estamos escribiendo mucho y creo que saldrá algo muy interesante.
P ¿Dedica mucho tiempo a entrenarse como bailarín?
R Teniendo a mi pareja [Yana Olina, bailarina de profesión]... Algo he aprendido con la escuela de Felanitx. Yana es una fenómena del baile, y encima la tengo en casa... Así es más fácil aprender, con una buena profesora.
P ¿Visita Mallorca con regularidad?
R Claro. Mi pareja me ha hecho descubrir Mallorca de una manera increíble. Adoro su clima, su gastronomía, sus playas, el invierno de la isla... Las Balears son un auténtico paraíso. Mi último descubrimiento ha sido Formentor.
P Sospecho que ha barajado la idea de instalarse en Mallorca.
R Vivimos en Madrid, una ciudad que me acoge desde hace años, y estamos felices. Madrid es un punto estratégico para mi profesión, pero bueno, entre Mallorca y San Vicente no se viviría mal.
P En unos días se casa Rafa Nadal. ¿Qué canción le dedicaría?
R Héroes. Admiro a Nadal y le doy las gracias por todo lo que nos da. No solo es un héroe por los éxitos de su trabajo sino por su compromiso personal con la sociedad. Es un ejemplo, alguien impoluto. Si las personas fueran como él todo iría mucho mejor
P ¿Dejará la SGAE, como Sabina, Serrat y Perales, entre otros?
R Se han hecho las cosas tan mal que no me extraña que nos vayamos todos. Se ha robado a manos llenas y el descontrol ha sido total.