Zaz "intentó por todos los medios buscar alternativas posibles, tanto vuelos privados como públicos," para llegar a tiempo al concierto, según señaló una portavoz de OK Events Agency a este diario. En concreto, trataron de contratar in extremis un "jet privado, pero o no había disponibilidad o ya no se pudieron hacer los trámites". Esto ocurrió a escasas horas del comienzo de la actuación, anunciada a las 21 horas. El vuelo de la artista que fue cancelado estaba previsto que aterrizara en Son Sant Joan el mismo día del concierto a las 19.10 horas. La cancelación se debió a que el aparato tenía una ala rota, detalla el comunicado que ayer enviaron la promotora de la actuación y la productora de la artista (Caramba). Un texto en el que ambas empresas no asumen ningún error en la organización, aunque sí lamentan "profundamente lo ocurrido" y sienten "enormemente las molestias ocasionadas por la no realización del evento".

La única opción viable (una vez descartado el jet) de que la artista llegara a Palma era coger otro vuelo que iba a dejarla en Ciutat hacia las 00.20-00.30 horas, aseguran desde las empresas. "Teniendo en cuenta que el permiso del Ayuntamiento de Palma obligaba a finalizar el espectáculo a la 1 de la mañana, se decidió entonces suspender el concierto". El reloj marcaba en ese momento en Son Fusteret las 20.30 horas. Había en el recinto en torno a 3.500 personas, muchas de ellas consumiendo bebidas y comida y algunas de ellas venidas de fuera y con aviones y hotel pagados. En las taquillas de la actuación, ya hubo usuarios que rellenaron hojas de reclamación. "Preveíamos que en la actuación hubiera entre 3.500 y 4.000 personas. El concierto estaba todo listo y preparado. El equipo técnico de Zaz ya estaba aquí. Los tráilers llegaron el lunes por la tarde y el martes acabó de llegar lo que faltaba", relatan a este diario desde la promotora.

Preguntada por la responsabilidad en la gestión de los traslados de la artista (elección de horarios y compañía), Ok Agency comentó que por contrato es la productora de Zaz la que se ocupa de ello "Ellos se encargaron de elegir los vuelos", apuntan. También el del día anterior al concierto, en concreto el del martes (con salida prevista de París a las 18.40), suspendido, según la productora de Zaz, "por cuestiones meteorológicas". "Por eso la compañía aérea reubicó a la cantante en el vuelo que el miércoles volvió a cancelarse".

Por otra parte, la promotora, que ya sufrió un descalabro este verano con la cancelación de la actuación de Carla Bruni, ha puesto en marcha la devolución del importe íntegro de las entradas. Y aseguran que seguirán adelante con su actividad. "Continuamos trabajando en próximos eventos". De momento, consideran que es "aventurado" hablar de tomar algún tipo de medida o reclamación a la aerolínea.

La reacción de Zaz

Por su parte, Zaz compartió su propio comunicado en las redes. Señaló que "los vuelos a Palma" el martes se cancelaron por las inclemencias meteorológicas, cuando en realidad en la página de Aena no constaba ninguna incidencia más que la de su avión. Relató que el miércoles estuvo encerrada en el avión dos horas a punto del despegue cuando se les comunicó un fallo técnico y la cancelación. Y después hizo todo lo posible para llegar a Palma. "Estoy muy disgustada, sobre todo cuando leo algunos posts que dicen que lo sucedido me importa un bledo. Estoy desolada. Lamento que quienes me estaban esperando en el concierto hubieran recibido la información de lo sucedido tan tarde, pero deben comprender la urgencia de la situación", concluyó.

Falta de previsión Reaccionar cuando es demasiado tarde

En el caso de la cancelación del concierto de Zaz, hay una serie de cuestiones inexplicables. Por un lado, tras la anulación del vuelo del martes, sorprende la aceptación por parte de la artista o de su productora de un vuelo que llegaba a Palma el mismo día del concierto a las 19.10 horas. La actuación estaba prevista a las 21. El jet privado debería haberse buscado el mismo martes para estar en Ciutat el miércoles por la mañana. Injustificable es también la tardanza con que reaccionó la promotora.