La complicidad entre abuelos y nietos es de lo más especial. Ayer sus sensaciones galoparon juntas gracias al taller intergeneracional organizado por Es Baluard con motivo de la exposición Ells i nosaltres. Se trata de un taller que ya suma seis navidades y que busca reforzar los vínculos intergeneracionales. La actividad arrancó con una visita guiada a la muestra Ells i nosaltres aunque el plato fuerte de la jornada se sirvió en el centro ecuestre S'Hort Vell en Biniali. Tras la explicación de la muestra, la treintena de participantes se trasladó a Biniali para disfrutar del taller Sensacions al galop. Abuelos y nietos conocieron los caballos del centro y compartieron con ellos esta relación especial entre ambas generaciones. La responsable de la actividad ecuestre, Ganya Ebele, explicó que el objetivo de la actividad era trabajar el vínculo entre las dos generaciones. Para regar esta relación, abuelos y nietos peinaron a los ponis. "Explicamos a los niños cómo prepararlos y qué es lo que les gusta a estos animales. Luego ellos tienen que contárserlo a sus abuelos", desgranó la monitora. La confianza fue otro de los aspectos trabajados entre caballos. Los niños se cubrieron los ojos con un antifaz mientras los abuelos los guiaban, sin tocarlos, hacia el poni que los esperaba para montar.

"Esta actividad nos permite ponernos en el lugar del otro". Luego fueron los pequeños los que tuvieron que guiar a los mayores. La guinda a la actividad la puso un paseo en caballo por el centro ecuestre S'hort Vell.

Lali Moré es una de esas abuelas que cuida de sus nietos a diario. Acudió al taller con Paula, Maria y Joan. "Es una manera de pasar una mañana diferente, además el taller ayuda a fomentar la relación entre nietos y abuelos", aseguró. La mañana empezó con la visita guiada a la muestra Ells i nosaltres, una visita que permitió a los participantes descubrir qué se esconde tras la obra Romulus, Remus et leur nourrice de Jaques-Laurent Agasse.

También aprendieron a comunicarse a través de la mirada gracias al vídeo No digas nada de Amparo Garrido. Entre otras experiencias artísticas, viveron el agobio que siente un tigre en cautividad con la instalación de Paloma Navarres. Hoy abuelos y nietos seguirán galopando de la mano de Es Baluard.