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Escena de la película ´Pinocho´, con Roberto Benigni.

Narrativa

Sueño agitado con Pinocho

Pálido Fuego publica ´Pinocho en Venecia´, una brillante y barroca reinterpretación del famoso personaje infantil por parte del norteamericano Robert Coover, que lo hace regresarya anciano a Venecia para enfrentarse a sus fantasmas

El verbo barroco y exuberante de Robert Coover (Charles City, Iowa, 1932), rara avis (y habría que precisar rara avis tropical) de las letras norteamericanas, vuelve con brío a la editorial malagueña Pálido Fuego. Esta editorial presentó hace poco la pantagruélica obra maestra de Coover La hoguera pública y antes de que acabara 2015 hizo lo propio con Pinocho en Venecia.

Esta novela, con la excelente traducción de José Luis Amores, publicada originalmente en 1991, es una delirante y brillante reinterpretación del personaje creado por Collodi, y hay que decir que Coover tiene también muy presente la deformación que del libro original hizo la adaptación al cine de Walt Disney de 1940 para distanciarse de ella varios años luz. Porque, si empezamos por el principio, en el Pinocho de Carlo Collodi el muchacho de madera es vapuleado, engañado, colgado de un árbol y hasta los peces devoran su cuerpo de burro cuando, influenciado por las malas compañías, entra en la engañosa Isla de los Juguetes. Hará muy bien el lector en leer o releer Pinocho para disfrutar doblemente de este sorprendente Pinocho en Venecia, que parte de un ingenioso punto de vista: el regreso a Venecia después de largos años de ausencia de un anciano Pinocho de carne y hueso reconvertido en el profesor emérito Pinenut, afamado investigador y escritor de sesudos ensayos autobiográficos y artísticos afincado en Norteamérica. Pero la salida del huevo protector del mundillo universitario para escribir en Italia un último capítulo de su obra Mamma le provocará una sucesión de traumas y en suma, volver a enfrentarse a sus fantasmas, en muchas ocasiones los hilos sueltos de la trama de Carlo Collodi. Si han visto Fresas salvajes de Bergman aquí tienen una variante literaria salvaje e inesperada.

El verbo de Coover, como dijimos antes, es barroco y exuberante, florido y festivo como una película de Fellini. Su inmersión en el universo veneciano es un torrente de imágenes poderosas que retratan la doble decadencia del protagonista pero también de la ciudad de los canales, inmortalizada en un soberbio fresco que alcanza su punto más embriagador cuando el profesor Pinenut entra en una de sus fastuosas iglesias.

Y en medio de este torbellino veneciano, Pinocho, frágil y azotado por las circunstancias, que en esta novela son todas sorprendentes, a veces surrealistas, con leones de San Marcos que cobran vida o una erótica Hada de Cabellos Turquesa, la auténtica razón de ser del antiguo muñeco, mil veces más importante que Gepetto, en esta novela bastante denostado. Un festival del lenguaje y la imaginación, una vuelta de tuerca a Pinocho hasta dejarlo irreconocible pero también inolvidable.

ROBERT COOVER

Pinocho en Venecia

Traducción de José Luis Amores

PÁLIDO FUEGO, 403 PÁGINAS, 25,90 €

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