¿Quién se iba a imaginar
que una muchacha tan fina,
inteligente y con clase,
como es la bella Corinna,
la fuese a liar tan gorda?
¿Cómo personas tan listas
hacen que el Rey campechano
huya de los periodistas?
Corinna clama ¡me espían!
y a cambio nos ameniza
el estío con que Juan Carlos
tiene cuentas en Suiza,
y añade el conocimiento,
y no por echar más hierro,
que ella misma ha sido usada
por el Rey de testaferro.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!