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Tribuna

Razones y argumentos para el cierre de es Murterar

Razones y argumentos para el cierre de es Murterar

El Gobierno central se opone al cierre, aunque sea parcial, de Es Murterar, propuesto por el Govern de les Illes Balears. Las razones de la negativa, en resumen, son: 1) el coste económico por incremento del coste de producción, cifrado en 200 millones de euros, aunque no se ha especificado si se refiere a un total o a una cantidad temporal, en cuyo caso faltaría establecer dicho horizonte temporal, 2) la pérdida de garantía de suministro para Mallorca, y 3) la pérdida de puestos de trabajo en la central.

Ya expusimos nuestros argumentos que trataban de demostrar la escasa robustez de las razones expuestas, por cierto, todavía a día de hoy no justificadas, por el Gobierno. En este artículo, tratamos de aportar razones y argumentos para el cierre.

1) El cierre de Es Murterar supondría una sustancial reducción de emisiones de CO2. En efecto, Es Murterar es la fuente de emisión de la tercera parte de las emisiones de CO2 en las Illes Balears. Genera prácticamente el mismo CO2 que todo el sector transportes de las Balears.

2) El cierre supondría la reducción anual de hasta más de 45.000 toneladas de residuos peligrosos y de 180.000 toneladas de residuos no peligrosos, que actualmente acaban prácticamente todos ellos en el vertedero de Biniatria. Es decir, Es Murterar genera una cantidad de residuos equivalentes al 40 % de los residuos urbanos generados en toda Mallorca.

3) El cierre supondría la reducción de consumo de agua de red por valor de 240.000 m3/año, equivalentes al consumo de 1.000 hogares, y de 550.000 m3 de agua de mar, que debe ser tratada para poder usarse en la central. Posteriormente, el agua usada debe verterse al mar mediante emisario submarino situado en la bahía de Alcúdia, en zona protegida.

4) El cierre supondría una importante reducción de emisiones de NOx, SO2, CO, partículas y otros elementos contaminantes. Además, para alcanzar los límites autorizados por la normativa, es preciso aplicar tratamientos que generan decenas de toneladas anuales de residuos peligrosos, que deben tratarse en gestores especializados.

5) El cierre supondría la reducción de la contaminación en el Puerto de Alcúdia, por descarga de hasta 1.200.000 toneladas de carbón al año, procedentes de diversos puntos del planeta, con el consiguiente impacto asociado.

6) El cierre supondría la reducción de la congestión y emisiones de vehículos pesados en la zona de Puerto de Alcúdia, una de las más turísticas de Mallorca. Solamente en carbón, se necesitan aproximadamente hasta 60.000 desplazamientos anuales de carga, desde el puerto a la central y más de 10.000 desplazamientos anuales de carga de las cenizas y escorias desde la central al vertedero.

7) El cierre supondría dejar de afectar en todas sus formas al Parc Natural de S´Albufera, permitiendo que este se consolidara como el espacio natural de referencia de Mallorca.

Todo ello con las siguientes consideraciones:

El cierre NO supone una pérdida de garantía de suministro. REE, el Govern y todo aquel que quiera analizarlo, lo puede ratificar. Tenemos capacidad y alternativas para no quedarnos nunca a oscuras.

El cierre NO supone un mayor encarecimiento del recibo de la luz para los particulares. El coste variable de la energía renovable producida por fotovoltaicas es prácticamente nulo, y el mix de energía que nos llega mediante el cable es también más económico que la producida aquí. Estudios como el llevado a cabo recientemente bajo la dirección de la profesora Natalia Fabra, de la Universidad Carlos III de Madrid, mediante programas de simulación muy avanzados, ponen de manifiesto que el recibo de la luz se ve reducido si se substituye carbón por fotovoltaica, que es lo que se propone en Mallorca.

El cierre NO tiene por qué suponer pérdidas de empleo. Todo lo contrario. Abre puertas a nuevos proyectos más avanzados en materia de generación eléctrica y en otros. El potencial de generación de nuevos puestos de trabajo en el sector eléctrico es muy elevado: movilidad eléctrica, nuevas formas de generación sostenible, reducción de la centralidad y transformación de redes centralizadas a redes más distribuidas, y muchas otras facetas.

Todas las razones esgrimidas pensamos que son de peso cada una de ellas por sí sola. Pero en nuestra opinión hay dos argumentos que son más concluyentes si cabe. En primer lugar, ¿queremos ser un destino turístico sostenible, avanzado en términos ambientales y competitivo para el sector de clientes que cada día valora más y se decanta por destinos que muestran, con actuaciones tangibles y datos, la preocupación por el medio ambiente, y que resulta que coincide con el sector de clientes más rentables? Si la respuesta es afirmativa, entonces no podemos seguir con un mix energético que solamente tiene un 2 % de energía renovable, y un 34 % de carbón. Es, sencillamente, incompatible. En ello nos va nuestro futuro como destino turístico, es decir, nuestro futuro. Y desde Madrid no nos pueden impedir que velemos por nuestro bienestar, del que también se benefician en todo el resto del país. Y, por último, y más importante, la contaminación resultante de centrales como la de Es Murterar reducen la calidad y esperanza de vida de muchas personas. Hay multitud de estudios serios al respecto, empezando por el M.I.T., universidad politécnica de referencia mundial, que lo ponen claramente de manifiesto.

Ha llegado el momento de cambiar de registro. La humanidad ha progresado de forma increíble gracias a la revolución industrial del siglo XVIII, y en ello ha tenido un papel importante el carbón. Pero esto ya es historia, y debemos mirar al futuro con los conocimientos y tecnología disponible en la actualidad y que se vislumbra a corto plazo. La generación eléctrica mediante combustión de carbón ya no forma parte de las mejores técnicas disponibles para la producción de electricidad. Punto final.

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