El primer día en que, pagadísimo de sí mismo y convencido de que es muy importante, Vicenç Thomás presidió su primer pleno, tuvo la oportunidad de demostrar la rigidez de su honesto criterio „que pasó curiosamente por alto cuando su amiguete Iago Negueruela enchufó a su hijo regalándole un sueldo pagado por todos„. Huertas y Seijas se lo pusieron a huevo. No se quieren sentar donde les han dicho que se sienten; Huertas y Seijas no quieren que se las confunda con el PP, lo cual es perfectamente comprensible. Lo que no es tan comprensible es que se quieran mezclar visualmente con la otra chusma, la que se dice de izquierda. A lo mejor es que los escaños asignados no son suficientemente anchos. El trío nos ofreció un bonito espectáculo. Son iguales.
Más por menos
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Los puntos sobre las uves