—¿Cómo andamos, don Pedro?
—Como se nota que usted me aprecia, me entrevista cada dos por tres
—Sí, es que es usted tan importante...
—Menos mal que se da usted cuenta.
—Explíqueme cositas... Por ejemplo, ¿qué hay de los ERE andaluces?
—De verdad, que no sé de qué me está usted hablando.
—Nada, unos compañeros suyos de partido que parece que se han arreglado las cuentas corrientes…
—Es que ya está bien de que los socialistas tengamos cuentas corrientes. Nuestras cuentas también tienen que ser especiales.
—Para salir por peteneras es usted un maestro
—Gracias, lo sé.
—¿Gobernará en coalición con Ciudadanos si se diera el caso?
—Si se diera el caso estaría dispuesto hasta a gobernar con el PP. Que ya lo teníamos arreglado por si ganaban los iluminados de Podemos. Pero, gracias al Señor y a la Iglesia, cuyo Concordato guarde Dios muchos años, parece que se desinflan los de Podemos. Son demasiado rojos.
—Ya, ¿y Ciudadanos?
—Bueno, Albert Rivera parece un chico mucho más educado que Pablo Iglesias. Lo único, eso sí, a veces creo que es hasta más de derechas que yo.
—Por cierto, ¿cómo es eso de aceptar la reforma laboral del PP?
—Bueno, es muy fácil. Llegas a presidente y no la cambias. No tiene ningún secreto.
—¿Y los trabajadores?
—Son esas personas que madrugan y sobreviven con un sueldo de mierda y que se les puede despedir por cuatro perras. Sí, sé quiénes son.
—Dicen que se moja usted poco al hacer propuestas
—Bastante tengo con insultar a Rajoy como para encima tener que hacer propuestas.
—Cuénteme el rollito ese que están soltando ustedes para las elecciones...
—Que las elecciones es cosa de dos. O el PP o nosotros.
—¿Quién perderá más votos?
—El PP o nosotros.
—¿Y si Ciudadanos o Podemos les adelantan?
—Le he dicho que el PP o nosotros. ¿Está usted sordo?
—Lo último que ha prometido usted es que va a subir los impuestos a las grandes empresas...
—Bueno sí, pero con mucho cuidado, que luego son las que nos tienen que dar de comer. Con mucho respeto.
—O sea, prometen cosas que no van a cumplir
—Eso me lo enseñó Francina. Que es un hacha esa mujer. Veinte años perdiendo elecciones y mírela. Tan pancha.