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Medio ambiente

Así arranca la temporada (II)

El Sorrento y el Don Pedro han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las instituciones frente a un desastre de grandes dimensiones

El Sorrento transportaba aproximadamente 150 vehículos y varios contenedores con lo que la carga potencialmente contaminante era muy alta.

Haciendo balance de estos cuatro años, hay pocas cosas que han generado un consenso absoluto. Y entre ellas se encuentran las prospecciones petrolíferas. El crudo unió al sector hotelero, al político (tanto Govern como oposición) y al sector conservacionista. "No es la política la que crea extraños compañeros de cama sino el matrimonio", decía Groucho Marx. En este caso, el petróleo también.

Alejados ya de la polémica suscitada por las prospecciones, hace unas semanas volvimos a revivir el fantasma del petróleo con el incendio del Sorrento. El barco, de 186 metros de eslora y de la compañía Acciona Trasmediterránea, navegaba entre la Palma y Valencia. Además de pasajeros, transportaba aproximadamente 150 vehículos y "varios ? con lo que la carga potencialmente contaminante podría aumentar", explicó Greenpeace en un comunicado. El fantasma de otro buque hundido volvió a cobrar vida. Fue en 2007 cuando otro barco similar, el Don Pedro, de 156 metros de eslora pero sin pasajeros, se hundió frente a la bocana del puerto de Eivissa con varios contenedores de baterías y otros residuos peligrosos.

El Sorrento, del que a día de hoy se sigue desconociendo el motivo exacto del incendio, se quemó en el extremo norte del canal de Mallorca en las aguas que dividen Mallorca y Eivissa. Se trata de un entorno con fondos a profundidades comprendidas entre los 500 y los 750 metros, muy cerca del Parque Natural de Sa Dragonera. "Por la elevada riqueza ambiental del archipiélago, si se hubiera hundido el buque con su carga habría tenido efectos devastadores para el parque", afirmaron desde la organización ecologista. La zona del siniestro "se encontraba a pocas millas de de la recientemente declarada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Espacio Marino del Poniente de Mallorca y que a su vez limita con la ZEPA y el Lugar de Interés Comunitario (LIC) de Sa Dragonera", explicaron desde la organización ecologista GOB. A la carga que transportaba, se le unieron, de golpe, más de 750 toneladas de combustible de los tanques del Sorrento.

El plan Cambal

¿Qué pasa en estas situaciones? ¿Cómo se reacciona frente a un accidente con imprevisibles consecuencias? El Govern se rige por lo establecido en el Pla CAMBAL, Plan Especial de Contingencia por Contaminación Accidental de las Aguas Marinas de las Illes Balears. El Decreto, aprobado en 2008, tiene como "objetivos básicos la colaboración interinstitucional, coordinación de operaciones y recursos y formación del personal", indica Teresa Palmer, delegada del Gobierno en Balears.

Así, el CAMBAL tiene como alcance territorial del Plan es la costa de les Illes Balears, es decir, las aguas territoriales del Estado correspondientes al litoral de las Illes Balears. Un documento que coordina diferentes administraciones: Govern, Consells, ayuntamientos, administración del estado y otros entes como el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB) o puertos deportivos, entre otras. Además, el plan analiza las características del territorio, los riesgos presentes, establece niveles de actuaciones, medidas de información y protección de la población y regula un programa de simulacros.

Todo ello para afrontar no solo posibles vertidos de sustancias químicas contaminantes o hidrocarburos, como el petróleo, sino actuar también frente otro tipo de contaminaciones. Es el caso de, por ejemplo, la contaminación bacteriológica, aquella producida por cualquier tipo de microorganismo patógeno. El foco más importante es el vertido de aguas fecales a torrentes y/o al mar, a través de cualquier tipo de conducción, ya sea, mediante emisario submarino o conducción de desagüe. Según la legislación en vigor, las estaciones depuradoras de aguas residuales no permiten el vertido de aguas al mar sin estar correctamente depuradas. La realidad, en cambio, muestra que no siempre es así. Otra de las contaminaciones a la que hace referencia el plan es a la biológica. Básicamente la causada por el por el plancton, algas y similares, manchas de origen biológico llevadas por las corrientes marinas.

Algún día tocará

Cuando hace unos años el fuego devoró la Serra de Tramuntana en el peor incendio que se recuerda, todo el mundo se llevó las manos a la cabeza: "¿Cómo ha podido pasar esto?", se preguntó la población. La respuesta era tan obvia como dura: por falta de manejo en los bosques.

Por tanto y por cuestión probabilidad, accidentes como el del Sorrento pasa, a juzgar por los datos, afortunadamente con poca frecuencia. En la memoria del Plan CAMBAL figuran unos datos de movimientos de mercancías por los puertos de Balears que no dejan lugar a duda del ingente movimiento de mercancías peligrosas que tienen entrada o salida por los puertos de las islas. Así, en datos de 2003, se trasportaron casi 1,5 millones de metros cúbicos de gasoil o combustible para motores diesel o aceite mineral y 550.000 metros cúbicos de gasolina y otros tantos de queroseno. Todos ellos transportados en buques tanque. Por tanto, la sustancia peligrosa más transportada fue el gasoil seguida por la gasolina y el queroseno.

El caso del Don Pedro en Eivissa provocó una importante contaminación.

A estas descargas de combustible, hay que añadir las salidas que periódicamente se efectúan desde el Puerto de Palma con residuos peligrosos para ser gestionados en la península. Más, todos los cargueros con combustible que entran en el Mediterráneo a través del estrecho de Gibraltar o el canal de Suez y que abastecen a la veintena de países que baña sus aguas. Y es que el Mediterráneo, a pesar de ser un mar cerrado, soporta más del 20 % del tráfico total mundial puesto que sirve de conector entre el sur de Europa, norte de África, Oriente Medio y el mar Negro. Según la UNEP (United Nations Environment Programme), por el Mediterráneo se transportan unos 350.000 millones de toneladas de petróleo y cada año se derraman entre 635.000 y 800.000 toneladas desde tierra y desde mar, respectivamente. El mar Mediterráneo esta considerado como zona especial ante el vertido de hidrocarburos por el Convenio Internacional para la Prevención de la Contaminación originada por Buques, de 1973 y su Protocolo de 1978 (MARPOL 73/78). Por tanto, llegar llegará. Solo podemos estar preparados.

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