Oriol Broggi (Barcelona, 1971) advierte: "Shakespeare te deja muy tocado". Habla con conocimiento de causa, ahora dirigiendo el Hamlet de moda; y sólo después de haber pasado por El Rey Lear, también con La Perla 29. Su acercamiento al drama del príncipe danés, respetuoso en las palabras y algo más moderno y "gamberro" en lo demás, se podrá ver hoy y mañana en la Sala Gran del Teatre Principal. Cosa de siete, el actor Julio Manrique acapara muchas de las miradas: "Desde luego, hace un papelón".

–¿Qué tiene Shakespeare para que todos terminen probando?

–Toca todos los temas, las teclas, que todos queremos tocar. Uno querría hablar como él, decir las cosas y expresar los sentimientos del mismo modo. Todos el mundo debe pasar por Shakespeare, hacerlo es algo que te deja muy tocado.

–¿Por qué?

–No lo he analizado, no soy psicólogo y tampoco sé mucho del amor. Shakespeare tampoco era un filósofo, hacía las cosas para divertir a los demás.

–Su ´Hamlet´ viste chupa de cuero. ¿Se le ha enfadado mucha gente?

–Puede parecer que la propuesta es un poco gamberra, pero no lo es, enseguida se reconduce, todo el mundo lo ha dicho. Shakespeare es muy libre. Si de repente aparece en escena un señor para decir algo, no pasa nada, el espectador lo entiende y lo disfruta. Es como viajar desde una ciudad pequeña hasta Nueva York, donde descubres que existe una mayor libertad en las relaciones.

–¿Qué aporta este ´Hamlet´?

–No aporta gran cosa, no pretendíamos aportar nada nuevo.

–Sí han respetado sus palabras. ¿Encajan bien con el catalán?

–Traducir es algo complicado, un trabajo –Joan Sallent– que hay que hacer con muchas ganas y paciencia. Shakespeare es muy bonito, tanto que incluso el espectador que no siente interés por el teatro o se considera a sí mismo poco culto se queda enganchado con él.

–La Perla 29 no quiere que el teatro en manos de gente "poco generosa". ¿A quién apuntan?

–En nuestro espacio la cultura está en manos de gente poco generosa. Los políticos, los que tienen el dinero para ella, tiene miedo a la hora de programar, reparten poco juego. El problema trascienda al ciudadano, que también termina siendo poco generoso culturalmente. Si ocurriera lo mismo con la ciencia, el conocimiento sería algo cerrado. El hecho teatral requiere generosidad, también por parte de los personajes, actores y espectadores.

´HAMLET´. Teatre Principal (Sala Gran).

Hoy y mañana, a las 21.00 horas. Entradas: 12, 14, 18 y 20 euros