La sal de alta calidad que se produce en Formentera es la más baja en sodio del mercado español y la única con yodo marino gracias a la potente mineralización, filtración y oxigenación que ofrecen las aguas de su costa. Ahora llegará a las mesas en un nuevo producto creado por una empresa local: la sal líquida.

David Calzada, director de Salines de Formentera, está detrás de este producto de equilibrada mineralización, lo que la convierte en la sal más beneficiosa para la salud "al ser la más baja en sodio que hay en el mercado".

Calzada ha detallado, en declaraciones a EFE, que este aderezo, que se obtiene del agua de mar, compensa la falta de sodio, carencia que se subsana "con la presencia de otros minerales buenos para la salud, como el magnesio, el potasio o el calcio".

Además, "es la única con yodo natural del mar y no añadido en procesos químicos posteriores".

La forma de lograr esa composición es un esmerado proceso, que empieza con su obtención en el Parque Natural de Ses Salines de Formentera, donde se mineraliza de forma pausada y continuada para mantener todos los ingredientes presentes en el agua de mar.

Después se microfiltra y se transporta a cámaras de esterilización en frío, a menos de 20 grados bajo cero, antes de envasarla.

El resultado es que, si en las sales comunes el cloro ocupa aproximadamente el 60 por ciento de la composición, en el caso de la sal líquida de Formentera supone sólo el 14 por ciento. En el caso del sodio, lo normal es el 40 por ciento de la composición, y en la sal producida en la pitiusa menor es del 8 por cien.

Según Calzada, su uso es idóneo en la dieta actual, "en la que hay una tendencia a recomendar una reducción del uso de sal común, para evitar problemas cardiovasculares y circulatorios derivados del consumo de alimentos preparados que ya llevan mucho sodio".

"Hasta hace pocos años, el consumo habitual era de 70 gramos de sal común al día por persona al aderezar pescados, carnes o verduras, pero en la actualidad, prácticamente ya se consumen 30 gramos en alimentos preparados, por lo que si seguimos con la corrección al gusto del resto de alimentos, el consumo final se incrementa demasiado", detalla Calzada.

Por esa razón, el director de Salines de Formentera, considera que puede resultar beneficioso utilizar este producto, que logra el mismo gusto salado "usando una cantidad 10 veces inferior" a la sal en estado sólido.

También destaca por su novedoso formato en botellas con difusor, que ayuda a distribuir la sal sobre los alimentos.

Tanto su formato líquido concentrado, como su aplicación con vaporizador, permite repartir homogéneamente la sal, ya sea antes o después de cocinar los alimentos, y olvidarse de incidentes con el salero.

Por el momento, solo está disponible en Baleares pero, según detalla Calzada, a principios de julio comenzará su comercialización en toda España.