Jaguar tenía claro cómo triunfar en un segmento tan competido como el de los crossover, en el que de inicio ya jugaba con desventaja al ser de los últimos en incorporarse a él. Ha cogido su coche más admirado, el espectacular F-Type, y lo ha agrandado y levantado para dar vida al F-Pace, un SUV con todo lo necesario para convertirse en el rey de la ´selva´.

Es imposible no recordar al deportivo cuando uno admira el F-Pace, y más si se trata de la versión que tuvimos ocasión de probar, la exclusiva First Edition, con su llamativo color azul, sus llantas negras de 22 pulgadas con pinzas rojas en su interior, y con un vigoroso motor diésel de nada menos que 300 cv bajo su gran y abultado capó. Este modelo de 88.320 euros es el antepenúltimo escalón de una gama —antes del 3.0 V6 de 380 cv AWD Auto First Edition de 100.260 euros— que arranca con los 45.000 euros del F-Pace 2.0 i 4D de 180 cv y acabado Pure.

Epicentro de todas las miradas

El F-Pace es un auténtico imán de miradas gracias a su innegable parecido con el F-Type, del que hereda principalmente imagen de su zaga con sus inconfundibles pilotos LED y las musculosas aletas posteriores. También se asemeja al deportivo en la silueta, con una línea de techo marcadamente descendente. Desde la perspectiva lateral también destacan las llantas de aleación de 22 pulgadas.

El estilizado y depurado diseño del F-Pace no sólo no sacrifica su funcionalidad, sino que se trata del Jaguar más amplio de todos los tiempos. La distancia entre ejes no es compartida por ningún otro modelo de la marca inglesa. Con 4.731mm de largo y con una batalla de 2.874mm, ofrece un excepcional espacio interior. El hueco para las piernas es líder en su clase y el volumen del maletero no se queda atrás con 650 litros. Con todo ello, tal y como comprobamos, cinco pasajeros pueden viajar con un increíble confort y con todo su equipaje a bordo. Además, a ello cabe sumar una calidad de vida a bordo de la que pocos modelos de su segmento pueden presumir.

La insonorización del habitáculo es ejemplar, la tecnología a disposición de los ocupantes realmente vanguardista y funcional y la calidad de rodadura del vehículo acorde al sello de identidad de la marca británica. Respecto a la tecnología, es tan amplia y abundante en este modelo que resulta casi imposible abordar todos los sistemas que integraban las parcelas de infoentretenimiento, ayuda a la conducción y ña seguridad, por lo que en otro apartado nos centraremos en destacar aquella que más nos llamó la atención. Donde sí nos gustaría hacer especial hincapié es en aquella que puede hacer de este Jaguar un coche de conducción cómoda y funcional, un aguerrido ´todoterreno´, o un auténtico deportivo de ´altas´ prestaciones.

Para empezar y con el fin de asimilar los 300 cv de potencia que genera el motor diésel y sacar el máximo rendimiento a su rápido y efectivo cambio de marchas automático de ocho velocidades, el F-Pace puede integrar opcionalmente el sofisticado sistema de tracción total (AWD). Desarrollado inicialmente para el F-Type AWD, cuenta con los últimos avances de la marca, entre los que destaca el Intelligent Driveline Dynamic, que hace que el F-Pace conserve el carácter de manejo y la agilidad de la propulsión trasera pero pudiendo transferir fuerza sin problemas a las ruedas delanteras para explotar las ventajas que aporta el contar con tracción extra. El sistema Adaptive Surface Response, por su parte, propicia que este sistema de tracción total AWD sea más eficaz en condiciones difíciles, aunque hemos de decir que con las llantas y el neumático que montaba nuestra unidad de pruebas apenas nos atrevimos a ir más allá de un sencillo camino sin asfaltar.

Donde no tuvimos contemplaciones fue en puerto de montaña, un contexto donde este todocamino debía demostrar que comparte ADN con el F-Type. !Y vaya si lo hizo! Cuando se acciona el modo deportivo —de entre los distintos disponibles para adaptar el comportamiento del vehículos a las necesidades del usuario—, resulta impresionante la capacidad de aceleración y frenada de la que disfruta este modelo teniendo en cuenta su peso y dimensiones, aunque nos hubiera gustado algo más de contundencia en un pedal de freno de tacto esponjoso. Pero si algo nos impresionó fue el soberbio trabajo de los ingenieros sobre el chasis del vehículo. La dirección y suspensión de tacto y dureza variable, trabajan al unísono para mantener al coche siempre firme y pegado a la carretera con el fin de hacerlo pasar justo por ese punto en el que se fija la mirada del conductor. Hacía mucho tiempo que no nos divertíamos tanto a bordo de un todocamino.

Pasado el puerto de montaña volvimos al modo confort para relajarnos y bajar los consumos, aunque lo cierto es que el modo deportivo no penaliza tanto como para dejar de disfrutar de la agradable firmeza que aporta al coche.

Tecnología al servicio de los pasajeros

El interior del F-Pace se compone de una mezcla perfecta entre acabados y materiales premium, cuidando el detalle y el lujo, con asientos calefactables y tecnologías de vanguardia, incluyendo el sistema de infoentretenimiento InControl Touch Pro y un panel de mando virtual HD (de alta definición) de 12,3 pulgadas. La interfaz para el usuario es intuitiva, los gráficos son nítidos y responden muy bien. El sistema de navegación puede ahorrar tiempo memorizando el trayecto al trabajo, dispone de navegación de puerta a puerta y puede avisar a los contactos de la hora de llegada. El navegador puede mostrarse también en pantalla completa, en 3D, en el cuadro de instrumentos virtual en alta definición.

Un elemento que nos llamó mucho la atención fue la Activity Key, una pulsera deportiva que hace las veces de llave del vehículo. Cuenta con una correa anti-choque y resistente al agua, con un transpondedor que permite que la llave permanezca bloqueada dentro del vehículo.