La hora de despedirse de un ser querido es sin duda el momento más temido, triste y doloroso para cualquier persona. Pero en el caso de los animales este momento es especialmente difícil debido a la corta vida que nuestros amigos y compañeros de vida tienen. Por ello, es importante estar preparado y aceptar esta circunstancia para facilitar la elaboración del duelo. No obstante, hay una parte muy importante y que no se suele tener en cuenta, y es cómo se debe hacer un acompañamiento de manera sana para facilitar dicho proceso a nuestro animal.Los animales son capaces de percibir nuestras emociones y nuestra energía e incluso nuestros pensamientos a través de nuestra manera de actuar. Por lo tanto, nuestra conducta y nuestras emociones les influyen de manera significativa tanto para bien como para mal. En ese momento tan importante como es la muerte y tan difícil de manejar para nosotros, hay una serie de pautas que debemos intentar llevar a cabo. Es recomendable en la medida de lo posible, controlar nuestros pensamientos y emociones, para que la energía que le llegue no sea de pena, de desesperación o de angustia. Por ejemplo, está totalmente desaconsejado decirles o pensar cosas tales como: "por favor no me dejes", "¡no te vayas!", "ahora no voy a poder vivir sin ti..." Por muy difícil que sea para nosotros, les estamos impidiendo marchar y les estamos llenando de angustia y ansiedad, en un momento en el que para ellos o para el ser que se va, es muy importante hacerlo con la mayor calma y tranquilidad posible. Este es uno de los procesos más complicados que existen, porque estamos viviendo una situación tremendamente dolorosa, pero tenemos que intentar transmitir eso lo mínimo posible a nuestro animal, dando prioridad a lo que es mejor para él.

Para poder manejar esta situación y estas emociones, tenemos que intentar aceptar la situación en lugar de luchar contra ella. Entre otras cosas, porque de nada nos va a servir y estamos perjudicando al ser que se marcha, en este caso nuestro animal. Por otro lado, si ya partimos de esa primera etapa sana de afrontamiento de la situación, eso facilitará nuestra posterior elaboración del duelo de forma adecuada.