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La casa

Reforma de una casa rural en Felanitx

Se creó un eje de distribución norte-sur enmarcado por un pavimento de piedra.

A medio camino entre Campos y Felanitx nos desviamos en el camino de curvas, donde la vegetación es densa y la topografía casi plana con pequeños desniveles , un lugar bellísimo desde donde se pueden ver las montañas de Cura, Randa y hasta el Puig de Sant Salvador.La joven pareja de propietarios siempre tuvo muy claro que la reforma que harían a la casa de sus sueños debía seguir los criterios de la arquitectura típica mallorquina. Es por eso que Munarq arquitectos quiso respetar al máximo los elementos tradicionales existentes que encontraban a medida que se iban eliminando elementos que se habían añadido en reformas anteriores.

Munarq arquitectos es un estudio joven formado por Rafel y Pau Munar. Recibieron el encargo de recuperar una vivienda antigua que fue restaurada en los años 70 y que había perdido como tantas otras su identidad típica mallorquina. Una de las primeras ideas fue la de abrir los espacios de la planta baja para disponer de un amplia cocina-estar-comedor y crear un eje de distribución norte-sur enmarcado por un pavimento de piedra canto rodado que comunica las dos fachadas importante de la casa, entrada y jardín. Para el interior, la idea era dotar a los espacios de más luz y amplitud, haciéndolos más acogedores e ideales para el estilo de vida que los propietarios imaginaban, respetando la estructura típica de dos aguas.

La fachada principal a sur se despoja de ornamentaciones y colores, se le da un aire blanco mediterráneo y fresco, mantiene también el orden típico de pequeños huecos. La ampliación de algunas ventanas, respetando siempre las proporciones tradicionales, dejan que la luz bañe las antiguas paredes encaladas tan llenas de historia.

Se creó un doble espacio en la entrada y se construyó una nueva escalera con peldaños de barro que comunica con la planta superior. El doble espacio que se diseñó en la entrada principal con el típico "batiport", dota al centro de la casa de una magnitud señorial. Una parte sustancial de la obra es la de aislar toda la cubierta con un a panel sándwich y cambiar las vigas de hormigón de la primera reforma por unas de madera laminada de abeto pintadas en blanco.

La cocina, diseñada por los arquitectos es una gran isla de hormigón in situ con puertas de roble antiguo. En carpinterías se combinó el hierro lacado en blanco en los grandes ventanales de cuarterones en planta baja, con madera de fresno en todas las demás. Muebles de madera antigua y encimera de hormigón pulido unen a la perfección tradición y modernidad y nos conectan totalmente con la atmósfera recuperada de la casa. La idea de enlucido de todas las paredes con cal hidráulica y pintura de silicatos se utilizó para que las paredes transpiren y que las humedades no degraden los muros antiguos.

En los pavimentos se optó por hormigón pulido con suelo radiante en planta baja, combinado con fiolas de piedra natural y pavimento de "trispol" o piedra de canto rodado para la entrada. En la planta superior parquet natural de roble. En definitiva, materiales naturales y estética mediterránea con un estilo fresco de paredes blancas calcáreas, piedra sin junta y fiolas de barro de Felanitx para una casa de campo funcional y acogedora, la que muchos deseamos.

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