El comportamiento extremadamente violento del corpulento hombre fallecido a primera hora de la mañana del sábado tras ahorcarse en los calabozos del cuartel de Sant Ferran de la Policía Local pudo responder a la ingesta de una nueva droga. Estas son las primeras hipótesis que manejan los investigadores, a la espera de que le sea practicada la autopsia y el informe toxicológico.

El sujeto, cuya identidad está pendiente de ser confirmada en su totalidad aunque podría ser de nacionalidad alemana, se encaró con el portero de un club nocturno de s'Aigo Dolça. Al ver llegar a Agentes de la Policía Local, se enfrentó a ellos y tres resultaron lesionados. Cuatro policías lo redujeron y, en el interior del coche patrulla, lo destrozó a patadas. Su estado violento prosiguió al ser encerrado en el calabozo.