La Audiencia ha condenado a 29 años de prisión a los padres de dos niñas y al dueño de un hostal de Palmanova (Calvià) por abusos sexuales a las menores. Los progenitores toleraban y alentaban los tocamientos y las violaciones a las pequeñas, de 12 y 13 años, por parte del propietario del establecimiento, de 79, como pago por la estancia. Una situación que se prolongó entre 2009 y 2012 y que continuó pese a retirarles la tutela de las víctimas, a las que incitaban a fugarse del centro de acogida y regresar al hostal para continuar con los abusos. El fallo impone once años de cárcel al septuagenario como autor de tres delitos y diez a la madre y ocho al padre diez a la madre y ocho al padre como cooperadores necesarios.
La pareja, de nacionalidad británica, se instaló en el hostal con sus cinco hijos en junio de 2009. Desde el primer momento, el propietario del negocio abusó de una de las niñas, que tenía entonces 13 años, besándola y tocándola por todo el cuerpo tanto por encima como por debajo de la ropa. El hombre le entregaba entre 5 y 20 euros cada vez y la pequeña no oponía resistencia ante la actitud permisiva de sus padres, a los que daba el dinero recibido. Los padres tuvieron conocimiento de los abusos a través de otra de sus hijas, sin hacer nada por evitarlos.
Los cinco hijos del matrimonio fueron declarados en situación de desamparo en agosto de ese año, pasaron a ser tutelados por el Consell y acabaron en un centro de acogida. Esta medida no puso fin a los abusos, ya que la otra víctima, de 12 años, se fugaba y regresaba al hostal para ver a sus padres. El dueño del establecimiento aprovechaba estas visitas para manosearla y besarla con la connivencia de los padres, quienes ya conocían que la otra menor había sufrido hechos similares.
Las huidas de las dos pequeñas fueron consentidas por los progenitores, que incluso contactaban con ellas a través de Internet para animarlas a escapar y regresar al hostal, para perpetuar los abusos y sufragar con ellos su estancia en el establecimiento.
El último episodio se produjo el 28 de noviembre de 2012, cuando la primera víctima tenía ya 15 años. La adolescente se fugó y acudió de nuevo al hostal. Cuando llegó, su madre la llevó al cuarto de la televisión, donde ya estaba esperándola el anciano. En cuanto se quedaron a solas, el hombre la sujetó, la llevó a un sofá, la desnudó y mantuvo relaciones sexuales completas con ella. Cuando acabó, le entregó 5,40 euros.
Los tres procesados negaron los hechos durante el juicio, pero la Audiencia da plena credibilidad al relato de las dos víctimas, que han tenido que someterse a tratamiento psicoterapéutico. El tribunal considera que los hechos constituyen dos delitos continuados de abuso sexual y otro de abuso sexual con penetración, de los que declara autor al dueño del hostal y cooperadores necesarios a los padres de las niñas. Por ellos, impone al anciano once años de cárcel, diez a la madre y ocho al padre. Los tres deberán indemnizar a las víctimas con 15.000 y 5.000 euros respectivamente.
