La fiscalía reclama penas que suman 26 años de prisión para unos padres británicos por permitir que el dueño de un hostal en el que se encontraban alojados en 2010 en Palmanova (Calvià) abusara sexualmente de sus dos hijas, que en aquellas fechas tenían 12 y 13 años. Las menores se encontraban bajo la tutela del Consell de Mallorca después de que el organismo declarara su situación de desamparo en el verano de 2009. No obstante, en multitud de ocasiones se fugaban de los centros de acogida en los que residían o bien aprovechaban los permisos para acudir al establecimiento turístico, junto a sus progenitores, donde pernoctaban. El matrimonio británico no solo aceptaba las prácticas sexuales a las que se veían sometidas las niñas, sino que incluso incitaba a estas para que se dejaran tocar por el propietario del hostal, de 78 años, a cambio de no pagar el alojamiento en el edificio, según el ministerio público.

El septuagenario se enfrenta también a una petición de condena de diez años y dos meses de cárcel por dos delitos continuados de abusos sexuales, uno en grado de tentativa, y otro más de abuso con penetración vaginal. El sospechoso presuntamente acarició, manoseó y besó en la boca a una de las víctimas cuando esta contaba 13 años. Estos hechos se iniciaron en 2010 y se prolongaron durante 2011, según la versión de la acusación pública. Casi siempre acababan dándole el imputado unos pocos euros a la niña, que no ofrecía resistencia debido a la actitud permisiva de sus padres.

Un año después, en una ocasión, el 28 de noviembre de 2012, cuando la perjudicada ya tenía 15 años, se escapó del centro de acogida para ir a ver a sus padres al hostal de Palmanova. Allí, su madre le dijo que tenía que ayudarles a sobrevivir y que debía satisfacer al dueño del establecimiento ya que él les dejaba vivir allí. Acto seguido, la progenitora, de 52 años, la llevó al cuarto de la televisión donde el septuagenario ya la estaba esperando y, una vez los dos solos, la mujer cerró la puerta con llave desde fuera, según la fiscalía. Entonces, el hombre empezó a tocar a la menor, la agarró y trasladó al sofá, donde la desvistió, la tumbó y se abalanzó sobre ella forzándola y teniendo sexo completo, según la acusación.

Mientras, en los años anteriores, entre 2010 y 2011, cuando la otra víctima, de 12 años, estaba en el hostal, el septuagenario esperaba a quedarse a solas con ella, para intentar tocarle sus genitales, manosearla y besarla en la boca, como hacía ya con su hermana mayor. Sin embargo, la niña siempre conseguía zafarse del acusado y huir del lugar.

Sus padres, de 52 y 57 años, conocían perfectamente estos actos lascivos y los aceptaban para poder seguir hospedados en el hostal sin pagar. Por ello, el fiscal les acusa también de dos delitos continuados de abusos sexuales, uno en grado de tentativa, y un tercero de abuso sexual con penetración vaginal. Además de solicitar 13 años de prisión para cada uno, el ministerio público pide la privación de la patria potestad de las dos hijas que fueron abusadas y la prohibición de acercarse y comunicarse con ellas durante 8 y 3 años, respectivamente. La pareja llegó al hostal en 2010 como clientes. Ambos tienen cinco hijos menores que fueron declarados en desamparo en 2009 por el Consell de Mallorca, que asumió la tutela de todos ellos.