Un joven aceptó ayer una pena de dos años de prisión en la Audiencia de Palma por dejar malherido a un hombre que salía del trabajo y se dirigía a su casa de madrugada en las proximidades de la plaza de las Columnas, en la ciudad, en diciembre de 2012 después de clavarle un punzón varias veces en el cuerpo. El perjudicado salvó la vida porque llevaba tres capas de ropa al ser pleno invierno y ser repartidor de comida, lo que amortiguó los pinchazos.

El agresor, de 21 años y de origen ecuatoriano, se conformó ayer con la condena por un delito de lesiones con instrumento peligroso, así como con la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante dos años y con la indemnización de 6.000 euros. La sala apreció las atenuantes de reparación del daño y confesión, ya que el acusado ha consignado 6.000 euros y reconoció los hechos en su primera declaración. La agresión ocurrió el 19 de diciembre de 2012 cuando el joven persiguió al afectado, lo arrojó al suelo y le pinchó en la cabeza, cuello, dorso y brazos.