Una vecina de la calle Joan de Saridakis, en Palma, descubrió anteanoche una insólita lluvia de objetos. Sillas, mesas, macetas, ropa y electrodomésticos caían en mitad de la calzada causando un gran estruendo. Cuando la Policía Local acudió al lugar descubrió que los objetos caían desde un octavo piso y que era la exnovia del morador la que, despechada por la ruptura de la relación, los había lanzado por la ventana. La mujer, de 36 años, había irrumpido en la vivienda echando la puerta abajo y también agredió a su expareja, -que sufrió lesiones leves y precisó asistencia médica-, por lo que quedó detenida por lesiones en e ámbito familiar, allanamiento de morada y daños.
Los hechos ocurrieron el pasado jueves por la noche en el número 22 de la calle Joan de Saridakis, según explicaron fuentes policiales. Hacia las nueve, la Policía Local acudió al edificio porque una mujer estaba aporrando la puerta de un domicilio de la octava planta. Era la exnovia del morador, que ante la presencia de los agentes pareció desistir. Sin embargo, la situación empeoró unas dos horas después y los agentes tuvieron que regresar e la finca.
A las once de la noche varios vecinos de la zona llamaron de nuevo a la Policía Local. Según explicaron, desde el octavo piso del mismo edificio estaban cayendo todo tipo de objetos, algunos de gran tamaño, a la calle. Los policías acudieron de inmediato al lugar y subieron hasta el piso en el que se había producido el anterior incidente. Encontraron la puerta abierta y con signos claros de haber sido forzada.
Una vez dentro, los agentes comprobaron que no había nadie. Todo estaba completamente revuelto y, según averiguaron, la mesa, las sillas, la maceta, la ropa y los aparatos eléctricos que habían caído a la calle procedían de esa vivienda. Los investigadores escucharon entonces fuertes gritos procedentes del patio interior y poco después descubrieron a la sospechosa, la misma mujer que dos horas antes había estado aporreando la puerta, muy alterada en la terraza de un bar próximo. La acusada fue interceptada.
Los policías localizaron también al morador de la vivienda, quien presentaba lesiones en la cara ya que al parecer la mujer le había propinado varios golpes. El hombre explicó que la acusada es también vecina de la misma finca y que mantuvieron una relación a la que él puso fin hace unos días.
La mujer no aceptó de buen grado la ruptura. Según el relato de la víctima, tras aporrear la puerta de su vivienda, lo que había motivado la primera intervención policial, ella esperó a que él saliera de su domicilio.
En cuanto lo hizo, acudió de nuevo a la vivienda y derribó la puerta a golpes. Una vez dentro, destrozó varios objetos y comenzó a arrojar enseres por la ventana. El afectado, de 43 años, recibió asistencia sanitaria por las lesiones que presentaba en la cara, aunque los efectivos médicos descartaron su trasladado a un centro porque las heridas no revestían gravedad, según las mismas fuentes.
La Policía Local retiró de la calzada los efectos supuestamente lanzados al vacío por la sospechosa, ya que obstaculizaban la circulación. Las sillas y mesas destrozadas quedaron apiladas en la acera para que su propietario se hiciera cargo de ellas.
La sospechosa, que fue identificada como Cristina P.P., de 36 años, quedó detenida como presunta autora de tres delitos: lesiones en el ámbito familiar, allanamiento de morada y daños. Fue trasladada al cuartel de la Policía Local de Sant Ferran para tomarle declaración sobre su implicación en los hechos. Estaba previsto que en las próximas horas sea puesta a disposición del juzgado de guardia de Palma.
