Enrique Vila-Matas es un personaje de ficción, como Formentor. Por eso ha sido el mejor analista de la surrealista política contemporánea, bajo el camuflaje de que solo hacía literatura. Es un paseante borgiano, alusión a un premiado anterior, que acierta en sus juicios porque no lo pretende. El secreto mejor guardado de Vila-Matas es que escribe sobre este mundo. Si se lo desvelaran, huiría despavorido. Borren lo anterior, desprecia las emociones drásticas. Simplemente, crearía otro personaje de ficción. Ahora sí.